Otro escándalo para Cambiemos

El subsecretario general de Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, tuvo 1,2 millones de dólares depositados en un banco en Andorra. El dato surge de documentos a los que accedió el diario El País. El funcionario dice que le hizo "un favor" a un empresario amigo que no podía tener la cuenta a su nombre.


El subsecretario general de Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, apareció vinculado a una empresa offshore en Andorra con la que se ocultaron 1,2 millones de dólares a través de una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA). Según publicó el diario español El País, Díaz Gilligan figuró hasta noviembre de 2014 como director de la firma Line Action, dedicada a la compra y venta de jugadores, radicada en Inglaterra pero perteneciente en un 100 por ciento a empresa panameña denominada Nashville North Inc. El propio funcionario de Cambiemos ligó la creación de la offshore a su relación de amistad con el empresario uruguayo Paco Casal.

Los documentos a los que accedió El País, gracias a que Andorra eliminó el secreto bancario el año pasado, señalan que Díaz Gilligan abrió la cuenta en 2012, cuando ya era asesor en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con Macri como jefe de gobierno. La firma mantuvo actividad hasta 2014, cuando el actual subsecretario general de Presidencia había alcanzando el cargo de director general de Promoción Turística.

De acuerdo a la investigación del diario español, "Line Action tenía en diciembre de 2014 un saldo de 1,2 millones de dólares (980.000 euros). Y se nutría de transferencias de Uruguay de 'clubs de fútbol'". Consultado por El País, Díaz Gilligan, quien además es vocal del River Plate, aseguró que su nombre aparece solo por hacerle un favor a su amigo Paco Casal, empresario uruguayo dueño de Gol TV e involucrado en el FIFA Gate.

"Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo", explicó Díaz Gilligan. En cuanto a la continuidad de la actividad, que según los documentos del banco siguió hasta el 3 de noviembre de 2014, once meses después de que asumiera como funcionario en Promoción Turística del gobierno porteño, el actual subsecretario se defendió: "Creí que había cesado en julio de 2014".

La nota publicada en El País advierte que "el dirigente abandonó entonces su puesto de director de la mercantil, pero volvió a ocupar el mismo cargo horas después, según el registro mercantil de Reino Unido".

La misma nota revela el intento del ex gobernador neuquino Jorge Augusto Sapag de abrir una cuenta en Banca Privada d’Andorra (BPA). Según el acta confidencial de la BPA a la que accedió El País, Sapag buscó "ingresar en este banco cinco millones de dólares" y "distribuir los fondos en dos depósitos vinculados a sociedades creadas en el paraíso fiscal de Belice". Además, Sapag quiso incluir como beneficiario al ex secretario de Recursos Naturales y ex ministro de Energía de Neuquén, Guillermo Coco.

La operación de Sapag y Coco nunca fue concretada, ya que el banco rechazó la creación de la cuenta al considerar a Sapag como "Persona Políticamente Expuesta (PEP)" y sospechada de que el dinero llegara como parte de un acto de corrupción. El diario español señala que el expediente del BAP fue cerrado bajo el título "Coimas del petróleo de los Kirchner. Rechazada". Sin embargo, cita un informe del 6 de agosto de 2008 que precisa que "los fondos corresponden a comisiones y regalías originadas por las intermediaciones en las renegociaciones de las concesiones que se otorgan periódicamente a empresas reconocidas en la explotación de petróleo en esa región", algo que está en manos de las administraciones provinciales.