Chile: Suspendieron a 14 curas por "conductas impropias"

Fueron denunciados de realizar durante diez años actos sexuales sin hacer "diferencias entre mayores y menores de edad".

Tras la renuncia en masa de 34 obispos chilenos por las denuncias de abuso sexual que sacuden a la Iglesia del país, ayer la jefatura religiosa de la ciudad de Rancagua, al sur de la capital, suspendió a otros 14 sacerdotes de sus funciones para determinar si incurrieron en "conductas impropias".

Estas renuncias y suspensiones tienen lugar en Chile tras la visita del papa Francisco , quien llamó a una reunión de emergencia en el Vaticano con los religiosos latinoamericanos ante los "abusos de poder, sexuales y de conciencia" ocurridos en las últimas décadas.

La medida del martes se tomó luego de un cónclave de 68 sacerdotes de la diócesis de Rancagua, que conoció denuncias de víctimas y medios locales sobre supuestos abusos sexuales y actos impropios cometidos por miembros del clero contra menores bajo una organización denominada "La Familia".

Según las denuncias, esta "cofradía" realizó durante los últimos diez años actos sexuales sin hacer "diferencias entre mayores y menores de edad".

Los miembros de este grupo también fueron acusados de utilizar dineros de la Iglesia para solventar viajes al extranjero y vehículos costosos. Un sacerdote llamado Luis Rubio fue el primer denunciado por este caso, luego de revelarse que siendo párroco de la localidad de Paredones envió mensajes sexuales e imágenes en las que aparecía desnudo a una cuenta ficticia de Facebook .

En un posterior comunicado, la diócesis informó que los antecedentes se entregaron a una fiscalía y que desde el punto de vista canónico se enviaron también al Vaticano.

"Lamentamos profundamente cualquier acto o situación que atente contra los valores y principios que sustentan a nuestra Iglesia Católica y queremos manifestar nuestra solidaridad con las víctimas", aseguró.

La Santa Sede abrió una investigación exhaustiva después de las denuncias en contra del obispo chileno Juan Barros, a quien se acusa de encubrir los abusos de Fernando Karadima, suspendido de por vida después de haber sido declarado culpable en 2011 de abusos sexuales a menores en los años 1980 y 1990.

El gobierno de Chile calificó de la máxima gravedad el nuevo caso que sacude a la iglesia, especialmente "por el voto de confianza que existe en la relación de un feligrés justamente con el sacerdote", dijo la portavoz Cecilia Pérez.

El Papa todavía no confirmó si aceptará alguna o todas las renuncias de los 34 obispos. Desde el año 2000, unos 80 curas han sido denunciados en Chile por abusos sexuales.