La reacción de la Iglesia


Bajo el título "Vale toda vida" el episcopado católico argentino emitió hoy un comunicado poco después que la Cámara de Diputados diera media sanción al proyecto de ley de despenalización del aborto, señalando que "nos duele como argentinos esta decisión", pero "el dolor por el olvido y la exclusión de los inocentes debe transformarse en fuerza y esperanza, para seguir luchando por la dignidad de toda vida humana". El breve documento lleva la firma conjunta de la Comisión Ejecutiva y Comisión Episcopal de Laicos y Familia de la Conferencia Episcopal.

Los obispos dicen a su vez que "seguimos sosteniendo la necesidad que en el debate legislativo que continúa, pueda haber diálogo" y agregan que "la situación de las mujeres frente a un embarazo no esperado, la exposición a la pobreza, a la marginalidad social y la violencia de género, siguen sin tener respuesta" porque "simplemente se ha sumado otro trauma, el aborto".

Más adelante el texto episcopal subraya que "tenemos la oportunidad de buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a un aborto" y manifiesta que "la Cámara de Senadores puede ser el lugar donde se elaboren proyectos alternativos que puedan responder a las situaciones conflictivas, reconociendo el valor de toda vida y el valor de la conciencia".

Los obispos agregan que "es necesario un diálogo sereno y reflexivo para responder a estas situaciones" y que "vivir el debate como una batalla ideológica nos aleja de la vida de las personas concretas". Por eso, insisten, "si sólo buscamos imponer la propia idea o interés y acallar otras voces, seguimos reproduciendo violencia en el tejido de nuestra sociedad".

Al mismo tiempo los representantes de la jerarquía de la Iglesia Católica dicen que "como Pastores, este último tiempo nos ha servido para reconocer debilidades en nuestra tarea pastoral: la educación sexual integral en nuestras instituciones educativas, el reconocimiento más pleno de la común dignidad de la mujer y el varón, y el acompañamiento a las mujeres que se ven expuestas al aborto o que han sido atravesadas por dicho trauma" y afirman que "todas estas son llamadas de la realidad que nos convocan a una respuesta como Iglesia".

Finalmente los obispos adelantan su compromiso de "seguir trabajando en el servicio y el cuidado de la vida" y agradecen "a todas las personas que, con auténtico respeto hacia el otro, han expresado sus ideas y convicciones aunque hayan sido distintas a las nuestras". Hay además una "valoración" a "la honestidad y valentía de todos aquellos que en distintos ambientes de la sociedad han sostenido que vale toda vida y, de un modo particular, a los legisladores que han expresado esta mirada".