El Gobierno negocia un nuevo swap con China por USD 9.000 millones ante el menor desembolso del FMI

El Central busca fortalecer las reservas y disipar las dudas del mercado que esperaba no menos de USD 15.000 millones.


Caputo ya empezó a negociar con China la incorporación de un nuevo swap por 9.000 millones de dólares para cubrir la diferencia por el menor desembolso del FMI. La idea de la máxima autoridad monetaria es compensar la expectativa que se había generado en el mercado, que daba por sentado un ingreso adicional de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares en la renegociación del acuerdo con el Fondo y que finalmente será un importe mucho menor que rondará entre 3.000 y 5.000 millones.

El optimismo de la última semana fue producto de dicha expectativa, que derivó en la llegada de nuevos fondos de inversión extranjeros que provocaron una baja del dólar y un crecimiento en los activos financieros argentinos. Por lo tanto, el Central decidió actuar rápido para evitar una nueva volatilidad en un mercado que había logrado una calma pasajera después de mucho tiempo.

"El nuevo swap sumado al acuerdo con el Fondo te ayudan a mitigar el riesgo cambiario y el riesgo de default. El adelantamiento de desembolsos del FMI te permite cerrar el programa financiero y el swap chino te fortalece las reservas para evitar que te siga corriendo el mercado y poder defender las futuras bandas de flotación cambiaria con un mayor poder de fuego", explicó a LPO Federico Furiase, director de la consultora Eco Go.

Se trata de un intercambio de monedas mediante el cual el Banco Central recibe renmimbis (yuanes) a cambio de pesos argentinos por una suma equivalente a 9.000 millones de dólares que se suman a los más de 10.000 millones establecidos en el acuerdo original que data de octubre del 2014 y que fue renovado por el ex titular del Banco Central Federico Sturzenegger.

El mismo no tiene costo para ninguno de los países y sólo se paga intereses en el caso en el que uno de los bancos centrales decida -previa notificación a la contraparte- cambiarlos por dólares y usarlos.

Sin embargo, los especialistas reconocen que el efecto no será el mismo al generado por un incremento del Stand-By del organismo que preside Christine Lagarde. En el intercambio de monedas con China, Argentina recibiría yuanes y no dólares, lo que implica una menor liquidez y un mayor porcentaje de reservas que no tienen una disponibilidad inmediata.

"La calidad no es la misma. Pero se podría utilizar eventualmente en un escenario de presión cambiaria y te ayudaría indirectamente usando los yuanes en la relación comercial bilateral", reconoció Furiase.

"Esto no reemplaza al crédito del FMI. El problema está en que no compensa la expectativa del mercado que era de entre 15.000 y 20.000. Lo ideal hubiera sido que salgan los dos", afirmó el analista financiero Christian Buteler.

De todas maneras, el Gobierno puede financiar las importaciones chinas y mientras tanto mostrar un mayor número de reservas que disipe las dudas del mercado.