Los aumentos más significativos se registraron en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, rubro que escaló hasta un 6,2 por ciento, y en alimentos y bebidas no alcohólicas, que incrementaron un 4 por ciento. Respecto a diciembre de 2017, los alimentos arrojaron un aumento del 26,8 por ciento y los servicios, un 24,5 por ciento.
La meta oficial, que se fue modificando a medida que se profundizaba la crisis económica, se habÃa llegado a estimar en un 15 por ciento a principio de año. Tras los reiterados fracasos del equipo económico, el Gobierno habÃa prometido al FMI que mantendrÃa esa cifra por debajo de los 32 puntos, pero las cifras del Indec ya superan el techo en un 2,3 por ciento, a cuatro meses de la finalización del año.
Los pronósticos inflacionarios de las consultoras privadas rondaban el 4 por ciento y resaltaban que el indicador mostrarÃa en el octavo mes del año una marcada escalada de los precios en medio de la corrida cambiaria. Según la estimación realizada por el Instituto EstadÃstico de los Trabajadores (IET) de la UMET, la inflación de agosto aumentó un 4,3 por ciento impulsada por la nueva disparada del dólar y el aumento de tarifas del transporte público. Con subas lideradas por transporte y alimentos y bebidas, los precios acumularon un aumento del 24,5 por ciento durante los primeros ocho meses del año y arrojan un alza del 34,1 por ciento frente al mismo mes de 2017.