Bernarda Massolo sigue luchando por su vida en una cama del Hospital Universitario de Santa María, en Brasil. La joven santafesina que fue quemada en casi el 60% de su cuerpo en su presunto caso de violencia machista, está estable pero todavía corre peligro su vida.
Así lo contó su mamá, Tania Massolo, en diálogo con Todo Pasa. Aunque Berni está totalmente sedada y continúa usando un respirador artificial, Tania se alegró al recibir una buena noticia por parte de un médico cirujano: su hija necesitará cirugías plásticas, aunque no de inmediato, como le habían dicho en un primer momento.
Si bien el estado de salud de la joven evoluciona bien, sin presentar fiebre u otros síntomas, su mamá hizo hincapié en la urgencia de que sea trasladada a un lugar más adecuado para la recuperación. Ese lugar sería el Hospital Cullen, que cuenta con una Unidad de Quemados, con todos los requisitos para los cuidados especiales que necesita Bernarda.
Desde el gobierno provincial se comunicaron con la familia para informarles que la llegada del avión sanitario hacia Santa María estaría "casi resuelta" y sería inminente su traslado. "No es todo tan inmediato como uno quiere que sea, pero tuve que bajar un cambio porque no me hacía bien a mí ni a Bernarda", manifestó Tania, que, a la par de la preocupación que carga por la salud de su hija, hoy debe reconocer al presunto autor del ataque.
El reconocimiento que debería haber sido ayer, se vio pospuesto por el verdadero calvario que la mujer está viviendo para poder moverse por la ciudad por sus propios medios. A pesar de estar "alejadísima" del cento de la ciudad, la mamá de Bernarda llegó ayer hasta la Comisaría de la Mujer de la localidad para el procedimiento pero encontró la dependencia cerrada. Nadie la esperó ni le comunicó que habían detenido al sospechoso: se enteró a través de los medios.
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