Tras el papelón con Macron, Michetti se enojó por la insólita falla protocolar

La vicepresidente quedó en evidencia cuando el mandatario galo y su mujer descendieron del avión en Ezeiza y fueron saludados por un empleado del aeropuerto vestido con su chaleco amarillo reglamentario.


El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó al país el miércoles junto a su mujer, Brigitte Trogneaux, para participar de la cumbre del G20. Apenas pisaron suelo argentino fueron saludados por dos empleados del Aeropuerto Internacional de Ezeiza a falta de la comitiva oficial, que estaba rezagada.

La vicepresidente Gabriela Michetti se mostró contrariada por el gaffe (del francés, "metedura de pata"). "Estuve una hora y cuarto antes en la pista esperando que llegara el avión. Salí temprano de casa, teníamos tiempo de sobra", aseguró en declaraciones radiales.

"Cuando ponen la alfombra roja y arranco con la silla como para ir, una persona de protocolo me dice 'no, no, la PSA nos dice que esperemos, Macron no está bajando', Salió primero un grupito de 6 o 7 personas", agregó.

Pero el presidente y la primera dama de Francia estaban el final de ese "grupito".

En vez se produjo la imagen del mandatario galo dándole la mano a un chaleco amarillo por primera vez en varias semanas, algo que no sucede en su país de origen, donde la prenda se convirtió en símbolo de resistencia a las medidas de ajuste que impulsa su Gobierno.

La comitiva que debería haber recibido a los Macron estaba encabezada por Michetti, pero la vicepresidente se encontraba en un auto a 20 metros del punto donde debía producirse el saludo protocolar a la espera de la señal de efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que debían avisarle cuándo bajarse del vehículo.

Michetti eventualmente saludó a Macron y su mujer cuando la pareja presidencial estaba por subirse a su auto. "¡Salimos no sabés cómo! Casi me mato, me enganché el pantalón en la rueda y enseguida lo agarramos cuando subía al auto", expresó la vicepresidente.

También llegaron justo a tiempo el secretario de Relaciones Exteriores de la Cancillería, Daniel Raimondi y el embajador francés en la Argentina, Pierre Henri Guignard, acompañado por su pareja, María del Carmen Boue-Guignard.