La hinchada de Colón ganó el partido de ida de la 2ª fase de la Copa Sudamericana en Uruguay por goleada. Por la cercanía, se presumía que el acompañamiento sería multitudinario, pero superó ampliamente las expectativas. Incluso en Montevideo quedaron atónitos ante semejante demostración de amor incondicional.
En el país vecino solo Nacional y Peñarol son los más convocantes, pero los sabaleros incluso superaron algunas de las últimas presentaciones. En pocas palabras, fue local en otro Centenario. Los simpatizantes que desandaron los más de 600 kilómetros se ubicaron en la tribuna olímpica con capacidad para 18.000 personas. Estaba casi colmada, por lo que estipulaba que el marco cerca cercano a las 10.000.
Según números que maneja River, se vendieron 6.192 entradas a los visitantes y algo más de 500 a los dueños de casa, que cambiaron de escenario por el pedido especial que le hizo la dirigencia rojinegra. En primera instancia eran 2.000, pero producto de la masiva demanda, se logró llevar todo al mítico templo sudamericano. Pero amén de este número puntual, está más que claro que había más gente, porque también hay que sumar los de protocolo y algunos otros tipos de ingreso.
Informes preliminares exponen que el elenco uruguayo recaudó 115.000 dólares que, al cambio de nuestro país de 45,8, serían 5.267.000 pesos. Una cifra por demás de importante, que tiene su variante según la cotización de la moneda uruguaya.
Quizás deportivamente el equipo quedó en deuda, porque careció de ideas y por muy poco no se viene con una derrota de esta nueva excursión nacional, pero los hinchas volvieron a plasmar que los colores van más allá de cualquier equipo y que, amén de lo que suceda en la vuelta, la victoria en las tribunas fue por amplio margen.
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