Tito, el niño trans que legalizó su identidad de género

Tiene 5 años, es marplatense y junto a sus padres realizó la rectificación de género de su partida de nacimiento e inició el trámite para tener su nuevo DNI. Su historia


Tito ya tiene el nombre que se corresponde con su corazón y forma de pensarse. Se trata de un niño trans de Mar del Plata que ayer dio un paso esencial: legalizó su identidad de género en el Registro Provincial de las Personas de Mar del Plata. Fue el primer paso para que su DNI le queda justo.

De acuerdo a lo que publicó el diario La Capital de Mar del Plata, acompañado por su familia, amigos, profesionales integrantes de la Asociación por un Mundo Igualitario (AMI) y docentes de su colegio, se convirtió en el nene trans más chico de la ciudad en realizar el trámite. Tres años atrás manifestó su disconformidad con sus genitales femeninos. “Princesa no, caballero”, fue la primera de muchas definiciones que expresaría y que sus padres, Guadalupe y Matías, fueron atendiendo amorosamente.

Las manifestaciones de Tito hicieron que sus papás recurrieran a la teoría existente en el tema y a porofesionales especializados. Había que acompañar, estar. Fue un tránsito que ayer logró un destino: la rectificación de género de su partida de nacimiento, un simple trámite administrativo que le permitirá, en algo más de diez días, contar con su DNI actualizado.

El nombre elegido se resguardará para la intimidad de la familia, aunque todos saben que seguirán llamándolo por el apodo que él mismo se puso hace más de dos años: Tito.

Además de sus padres y su hermana, Isabella de 8 años, Tito se presentó en el edificio público de avenida Independencia 2846 acompañado por sus abuelos, sus tíos, un vecino, tres maestras, cuatro amigos de su colegio y los profesionales e integrantes de AMI, que encabezan desde hace más de un año un acompañamiento clave: la abogada Claudia Vega, el psicólogo Jorge Visca y Samuel, activista por los derechos de la comunidad LGBT+. El clima de alegría que se vivía era tal, que una empleada del lugar debió pedir silencio en dos oportunidades.

Tito pidió no ser llamado por el nombre femenino de su documento, a dos del día que sorprendió a sus maestras pidiendo actuar de bombero con sus amigos varones (y no de bombera, como las nenas del aula), y a uno de aquella tarde en la que entró al consultorio de Visca, accedió al acompañamiento jurídico de Vega y su colegio desarrolló, con la participación de las áreas de Derechos Humanos tanto municipales como nacionales, dos charlas sobre identidad de género con padres y docentes de la institución educativa privada de la ciudad.

La rectificación también se dio cerca de una fecha más que simbólica: hace tan sólo una semana, la Ley de Identidad de Género cumplió siete años. Definitivamente, mayo será para Tito el mes de la reivindicación.