Calificaron de "monstruos vestidos con sotana" a los acusados

Los curas Horacio Corbacho (58) y Nicola Corradi (83) y el jardinero Armando Gómez (57) comenzaron a ser juzgados en Mendoza por 28 casos de abusos sexuales.

El debate marca el mayor escándalo por denuncias de abusos sexuales eclesiásticos registrado en Mendoza, y en este primer debate oral los dos curas y el jardinero están imputados por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores".

El fiscal Gustavo Stroppiana, quien encabezó la mayoría de la instrucción, imputó a Corbacho por 16 hechos de abuso, de los cuales ocho son por abuso sexual agravado con acceso carnal (violaciones) y a Corradi y a Gomez por seis hechos de abuso sexual a cada uno.

Otra acusación es por corrupción de menores, ya que la misma indica que las víctimas eran obligadas a ver videos y revistas pornográficas.

Esta es la primera de tres causas que completan la de Kosaka Kumiko, la monja acusada de haber participado en episodios de vejámenes y corrupción de menores hipoacúsicos en el instituto; mientras que la tercera -que aún está en etapa de instrucción- involucra a la ex directora Graciela Pascual y la monja Asunción Martínez, por omisión.

Se trata del primer juicio a tres de los cinco imputados directos de los hechos denunciados en noviembre de 2016 en el Instituto Próvolo, en una causa que ya tiene como condenado al monaguillo Jorge Bordón, ahora de 51 años, quien confesó en septiembre pasado durante un juicio abreviado ser "autor de once abusos", y deberá cumplir 10 años de prisión; y Luis Ojeda (41), declarado inimputable en 2017 "por no comprender la criminalidad de los hechos".

Mañana a las 8.30, cuando se reanude el debate, el Tribunal a cargo de Carlos Díaz deberá resolver el pedido de la defensa oficial a cargo de los imputados para que quienes testimoniaron en cámara Gesell durante la instrucción vuelvan a testificar en la sala de audiencias, ante sus victimarios.

"Los chicos ya han tenido sus interrogatorios directos y no hay que revictimizarlos, ellos no pueden sufrir más", afirmó hoy a la prensa el querellante Oscar Barrera.

El Tribunal deberá resolver otro pedido de la defensa de los imputados para que se transcriban todos los testimonios, ya que aducen que Corradi, por ser octogenario, tiene problemas de audición.

Allegados a las víctimas y sus familiares aseguraron que los religiosos acusados son "monstruos vestidos con sotana" y que el juicio ocurre a diez años de la primera denuncia.

Fuente: Telam