Iapos avanza con su estrategia de prevención de enfermedades

El programa de detección de enfermedades cardiovasculares de Iapos permitirá diseñar políticas prestacionales que ponderen la prevención.

El Ministerio de Salud de Santa Fe, a través del Instituto Autárquico Provincial de Obra Social (Iapos), informó que el pasado 28 de julio cumplió dos años el programa de detección de enfermedades cardiovasculares que realizó un total de 10.307 controles preventivos a afiliados de los 19 departamentos santafesinos.

La directora de la obra social, Soledad Rodríguez, señaló que “el programa permite un enfoque completo, incluyendo la modelación de la oferta prestacional hacia sistemas de cuidado continuo, con una mirada centrada en el paciente y su familia”. Además, destacó la importancia de recolectar y analizar la información proveniente de las distintas instancias de contacto del individuo con el sistema de salud, propiciando nuevas alternativas de apoyo y acompañamiento sanitario que incluyen la provisión de herramientas de educación y la adherencia terapéutica, con provisión garantizada de medicamentos”.

“El análisis de estos resultados refuerza la necesidad de impulsar y seguir trabajando en la conciencia de la prevención y en la promoción de hábitos de vida saludables, que son el único camino para tener una población sana, con prolongación de su capacidad de autonomía, disminuyendo los riesgos que provocan enfermedades”, concluyó.

RESULTADOS DE LOS ANÁLISIS
Acerca de los resultados que arroja el análisis de los datos recabados, se puede afirmar que el porcentaje de riesgo de padecer un evento cardiovascular fue bajo en el 85% de los casos. Este riesgo fue calculado como consecuencia de datos obtenidos al evaluar los antecedentes familiares sumados a los resultados de las pruebas que se realizan en el screening.

Al evaluar hábitos, cuatro de cada 10 afiliados evaluados manifestaron conductas sedentarias y un 24% continua agregando sal a las comidas. En referencia al consumo de frutas y verduras, el mismo fue elevado, siendo un porcentaje ínfimo de la población (4%) quienes refirieron no consumirlas.

El 61% de los trabajadores evaluados no son fumadores y solo refirieron tabaquismo el 20% de ellos, en tanto que un 13% se declara como ex fumador y el restante porcentaje, como fumador pasivo.

La valoración inicial en cuanto a medidas físicas demostró que un 10% de las personas evaluadas tuvo cifras de presión arterial en valores más elevado que lo normal. Al relevar antecedentes, un 14% de la población tenía diagnóstico de HTA y el 93% recibía medicación. Solo un 4% tenía antecedentes de diabetes, pero en un 30% de la población evaluada el valor obtenido de glucemia capilar indicó la necesidad de realizar mayores controles, por lo que esta actividad fue la oportunidad para un diagnóstico precoz en casi 300 personas.

Al realizar medidas de peso y talla, se obtuvieron datos para relevar Indice de Masa Corporal. El mismo arrojó valores superiores al normal en 6 de cada 10 personas evaluadas. Si se considera la publicación preliminar de la 4ª encuesta nacional de factores de riesgo cardiovascular, nuestra provincia tiene valores similares a los hallados en la misma, en la cual se destaca la necesidad de actuar para mejorar los hábitos de vida de la población.

DE CARA AL FUTURO
Dentro del grupo evaluado están representadas diferentes franjas etarias de la población y diferentes sectores, ya que también accedieron al chequeo personas jubiladas y familiares de afiliados titulares.

Por otra parte, los datos orientan a la obra social en la construcción de redes de atención adecuadas a la necesidad de la población. Se propone un sistema tutelado con generación de información clínica de análisis centralizado y basada en protocolos para establecer medidas de impacto sanitario con base epidemiológica y gestión de servicios integrados en base a resultados.

Un instrumento necesario y efectivo en el control de patologías crónicas es la estratificación de la población en función de su condición y su riesgo de descompensación, con el fin de activar intervenciones que minimicen el impacto de dichas descompensaciones en la salud de los individuos.