El padre de la nena abusada por el cura Monzón: "Mi hija lo nombra todos los días"

Rodrigo y su familia buscan "vivir un poco mejor después cuatro años de sufrimiento", el papá de la menor de 3 años violada por el sacerdote en Reconquista cuenta cómo comenzó todo y cómo se atraviesa el día a día en medio de tanto dolor.

"Lo que buscamos desde hace cuatro años, desde que hicimos la denuncia, es que este tipo pague por lo que les hizo a los dos chicos. Encontrar la justicia y tratar de vivir un poco mejor después de 4 años de sufrimiento".

Quien habla es Rodrigo, el padre de la nena que cuando tenía tres años, y junto a su primo de cuatro, fue violada por el sacerdote Néstor Monzón en Reconquista. El cura no sólo habría cometido "abuso sexual gravemente ultrajante", sino que además le contagió una enfermedad de transmisión sexual.

"Todo empezó un día que mi hija estaba jugando y mi mujer cocinando. De la nada, fue y le dijo: 'mamá, con mi primo le tocamos la cola al padre Néstor, y él no se enojó'. Con esa frase empezó un día una cosa, otro día otra, hasta que fuimos asesorándonos", relató Rodrigo en diálogo con el programa De Diez.

Así, junto a su esposa, consultaron psicólogos y especialistas en Minoridad y Familia. Todos coincidieron: "los niños no mienten"; "tu hija fue espontánea", le dijeron. Entonces, decidieron hacer la denuncia en sede policial y ante Fiscalía.

Eso fue el 23 de diciembre de 2015. Menos de dos meses después, el dolor se multiplicaría. "Mi mujer estaba cambiando a mi hija y le encuentra unas verruguitas". Tras varias consultas, tuvieron el diagnóstico: la nena tenía HPV. "Fue un periplo muy traumático, para todos y para mi hija, porque la tuvieron que operar, la tuvieron que dormir, después no se despertaba de la anestesia... Es sufrimiento tras sufrimiento durante cuatro años", reiteró Rodrigo.

Además, comentó con dolor los insultos y la desconfianza de un sector de la sociedad reconquistense que defiende al sacerdote.

"Gracias a Dios mi hija está bien y mi sobrino también. Pero no quita que pasada la edad, cuando llegue a la adolescencia o mas adelante, decaiga. Algunos te dicen 'Es chiquita, se va a olvidar...', pero no, no se olvida. Mi hija lo nombra todos los días. Y ahora con todo esto que se viene, que llega a absorber la locura de los grandes, hace dos semanas que no para de nombrarlo", señala, conmovido. "Para el que no lo pasó, esto es inimaginable. La angustia, el dolor, no tienen comparadción con nada". 



Fuente: LT10