Tras la votación argentina contra Venezuela, Alicia Castro renunció a ser embajadora en Rusia

 


Luego de la votación argentina contra Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la ex diputada y ex embajadora Alicia Castro retiró su postulación como representante de nuestro país ante la Federación Rusa, en repudio a lo que consideró una línea de política exterior de la Cancillería encabezada por Felipe Solá que se encuentra “reñida” con los intereses de la Nación y que “no difiere en absoluto” de las que propuso el gobierno del ex presidente Mauricio Macri.

Castro, que durante años fue embajadora en Venezuela y en el Reino Unido, ya tenía su placet como embajadora plenipotenciaria ante Rusia ya aprobado por ese país desde principios de año, pero con el inicio de la pandemia en el mes de marzo pidió al Senado que postergara el tratamiento de su pliego ya que le resultaba imposible viajar a ese país. Ante la votación argentina en la ONU junto al resto de los gobiernos latinoamericanos alineados con el llamado “Grupo de Lima”, hizo pública una durísima carta donde confirma su renuncia al cargo por no estar de acuerdo “con la actual política de Relaciones Exteriores.

Según la dirigente, la posición expresada por Argentina en el acompañamiento de las denuncias por violaciones a los derechos humanos en Venezuela “constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de Macri”. En este sentido, añadió que “el Grupo de Lima fue creado durante la restauración neoliberal por un grupo de gobiernos de extrema derecha, alentados y financiados por los Estados Unidos con dos objetivos explícitos: promover un ‘cambio de régimen’ en Venezuela y desarticular el bloque regional”.

“Argentina podría haber optado por abstenerse, en todo caso, si no quería comprometerse con ninguna de las dos Resoluciones. Pero en cambio, votó con los países europeos que reconocen al autoproclamado Guaidó como presidente sin un voto, modalidad que pone en riesgo a las democracias de America Latina. Votó junto al Reino Unido, cuando Venezuela ha sido aliada constante y ejemplar de la República Argentina en nuestra lucha por la soberanía en Malvinas. Votó junto al grupo de países latinoamericanos que han seguido a pie juntillas las instrucciones de los Estados Unidos de demoler a Venezuela. Argentina votó con Bolsonaro, con Piñera, con la golpista Añez, con Lenin Moreno y los habilitó como voceros de los Derechos Humanos”, añadió Castro.

Después de reivindicar orgullosamente su participación en “el maravilloso proceso de forja de la unidad regional junto a Néstor Kirchner y a Cristina Fernandez de Kirchner y los líderes progresistas de la Región, Hugo Chávez, Lula da Silva, Fidel Castro, Pepe Mujica, Rafael Correa, Evo Morales y Daniel Ortega”, la ex embajadora ratifica que “la unión de Sudamérica es la clave de nuestra soberanía política e independencia económica”.

Castro luego critica la doble vara con la que se evalúa la situación venezolana y se pregunta por qué a los Estados Unidos y al Grupo de Lima “no les preocupan las flagrantes violaciones de los Derechos Humanos en Chile, en Bolivia, en Brasil, en Honduras o en Colombia -donde se han asesinado a 250 líderes sociales firmantes de los Acuerdos de Paz-”. “Nadie puede ignorar hoy que Venezuela está bajo asedio, sometido a un bloqueo criminal que priva al pueblo de medicinas, alimentos, insumos esenciales. Aportar a intensificar ese asedio es, por lo menos, irresponsable”, concluyó Castro.


Fuente: IP

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