El papa Francisco comenzó una histórica visita a Irak con un llamado al fin de la interferencia extranjera en el paÃs árabe, una condena al fundamentalismo y una defensa de su diezmada y perseguida minorÃa cristiana, en un viaje en medio de la pandemia de coronavirus que buscará también reforzar los lazos con el islam y pedir por la paz en Medio Oriente.
En su primer discurso en Irak, donde llegó este viernes acompañado por Télam y otros medios, Francisco pidió que las naciones extranjeras no impongan sus "intereses polÃticos" en el paÃs, al tiempo que animó a las autoridades locales a encarar una reconstrucción con respeto por las minorÃas religiosas y que pueda crear "oportunidades concretas" para salir de la crisis económica sin "violencia y extremismos".
"Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local", reclamó el Papa en el discurso frente al presidente Barham Salih en el Palacio Presidencial de Bagdad, al animar al paÃs a una reconstrucción tras las últimas décadas en las que Irak sufrió "guerras, terrorismo y conflictos sectarios".
El Papa no mencionó a ningún paÃs en particular, pero la visita llega en momentos en que Irak es centro de crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán.
Estados Unidos aún tiene 2.500 soldados desplegados en Irak. Irán posee una vasta red de influencia en Irak a través de partidos polÃticos y milicias leales a Teherán.
El ascendiente de Irán, la mayor potencia islámica de la rama chiita, creció luego de que la invasión militar estadounidense de 2003 derrocó al Gobierno árabe y musulmán sunnita del presidente Saddam Huseein y empoderó a los chiitas.
Frente a las autoridades, Francisco inició su discurso recordando que, "en las últimas décadas, Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacÃfica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas".
El discurso en el Palacio Presidencial fue el primero de los siete que el Papa dará en Irak, y llegó poco antes de dirigirse al clero local durante un encuentro en la catedral católica sirÃaca de Nuestra Señora de la Salvación.
La Iglesia que visitará el Papa, en el corazón de Bagdad, se convirtió en un Ãcono de la violencia del extremismo islamista tras un ataque suicida del Estado Islámico (ISIS) en 2010 durante una misa dominical en el que murieron 55 personas.
Tras el ataque, se inició un proceso para beatificar a los 48 fieles cristianos que murieron dentro de la iglesia, a la espera de que sean considerados "mártires" por el Vaticano.
En defensa de los cristianos, el Papa recordó también a la minorÃa yazidÃ, que sufrió, según condenó Bergoglio, "atrocidades sin sentido" a manos del grupo yihadista sunnita Estado Islámico (EI) cuando controló parte de Irak, en 2014.
La llegada del Papa se da en medio de la fuerte suba de casos de coronavirus en el paÃs de Medio Oriente, con toque de queda vigente durante viernes, sábado y domingo y la prohibición del desplazamiento entre las regiones del paÃs.
En ese marco, Salih agradeció al Papa su visita "más allá de la situación difÃcil que está atravesando el mundo con el coronavirus y que nuestro paÃs sangrante ha aguantado".
Tanto el Papa como toda la delegación, incluidos los 74 periodistas que lo acompañan, fueroEn su primera actividad oficial en suelo iraquÃ, el Papa se reunió durante 20 minutos con el primer ministro Mustafa Al Khadimi en el salón VIP del aeropuerto internacional de Bagdad, antes de dirigirse al Palacio Presidencial.
En su primer discurso en Irak, donde llegó este viernes acompañado por Télam y otros medios, Francisco pidió que las naciones extranjeras no impongan sus "intereses polÃticos" en el paÃs, al tiempo que animó a las autoridades locales a encarar una reconstrucción con respeto por las minorÃas religiosas y que pueda crear "oportunidades concretas" para salir de la crisis económica sin "violencia y extremismos".
"Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local", reclamó el Papa en el discurso frente al presidente Barham Salih en el Palacio Presidencial de Bagdad, al animar al paÃs a una reconstrucción tras las últimas décadas en las que Irak sufrió "guerras, terrorismo y conflictos sectarios".
El Papa no mencionó a ningún paÃs en particular, pero la visita llega en momentos en que Irak es centro de crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán.
Estados Unidos aún tiene 2.500 soldados desplegados en Irak. Irán posee una vasta red de influencia en Irak a través de partidos polÃticos y milicias leales a Teherán.
El ascendiente de Irán, la mayor potencia islámica de la rama chiita, creció luego de que la invasión militar estadounidense de 2003 derrocó al Gobierno árabe y musulmán sunnita del presidente Saddam Huseein y empoderó a los chiitas.
Frente a las autoridades, Francisco inició su discurso recordando que, "en las últimas décadas, Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacÃfica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas".
El discurso en el Palacio Presidencial fue el primero de los siete que el Papa dará en Irak, y llegó poco antes de dirigirse al clero local durante un encuentro en la catedral católica sirÃaca de Nuestra Señora de la Salvación.
La Iglesia que visitará el Papa, en el corazón de Bagdad, se convirtió en un Ãcono de la violencia del extremismo islamista tras un ataque suicida del Estado Islámico (ISIS) en 2010 durante una misa dominical en el que murieron 55 personas.
Tras el ataque, se inició un proceso para beatificar a los 48 fieles cristianos que murieron dentro de la iglesia, a la espera de que sean considerados "mártires" por el Vaticano.
En defensa de los cristianos, el Papa recordó también a la minorÃa yazidÃ, que sufrió, según condenó Bergoglio, "atrocidades sin sentido" a manos del grupo yihadista sunnita Estado Islámico (EI) cuando controló parte de Irak, en 2014.
La llegada del Papa se da en medio de la fuerte suba de casos de coronavirus en el paÃs de Medio Oriente, con toque de queda vigente durante viernes, sábado y domingo y la prohibición del desplazamiento entre las regiones del paÃs.
En ese marco, Salih agradeció al Papa su visita "más allá de la situación difÃcil que está atravesando el mundo con el coronavirus y que nuestro paÃs sangrante ha aguantado".
Tanto el Papa como toda la delegación, incluidos los 74 periodistas que lo acompañan, fueroEn su primera actividad oficial en suelo iraquÃ, el Papa se reunió durante 20 minutos con el primer ministro Mustafa Al Khadimi en el salón VIP del aeropuerto internacional de Bagdad, antes de dirigirse al Palacio Presidencial.
El sábado, el Papa se dirigirá a la ciudad santa de Nayaf, al sur de Bagdad, para una visita de cortesÃa a la máxima autoridad del islam chiita de Irak, el gran ayatollah Ali al-Sistani.
LÃder religioso de gran ascendiente polÃtico en el paÃs, Al-Sistani recibirá al Papa en una ciudad considerada santa para los chiitas, en la que se encuentra el mausoleo del imán AlÃ, yerno del profeta Mahoma y fundador de esa rama del islam.
Tras el encuentro con Al-Sistani, Francisco encabezará un encuentro intrreligioso en las ruinas de la ciudad de Ur, lugar de nacimiento según la Biblia del patriarca Abraham, sÃmbolo de encuentro entre el judaÃsmo, el cristianismo y el islam.
El viaje de Francisco tiene también como marco el aumento de acciones armadas en las últimas semanas, incluidos ataques con misiles contra bases estadounidenses en distintos puntos de todo Irak, que hicieron que el PontÃfice decidiera usar, por primera vez en su papado, un auto blindado para desplazarse por el paÃs.n vacunados en el Vaticano antes del viaje.
Fuente: Télam
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