El Campeón aplastó a Platense con un contundente 3 a 0

El Sabalero recibió al Calamar por la 20ª fecha de la Liga Profesional y extendió el invicto en Santa Fe. Ganó 3 a 0.


Colón se impuso de manera contundente ante Platense, en uno de los encuentros que le dió continuidad a la fecha 20 de la Liga Profesional, con goles de Eric Meza, Christian Bernardi, y Rodrigo Aliendro. El equipo de Domínguez, que se fue expulsado en el segundo tiempo, levantó el rendimiento y el Brigaier López fue una fiesta. 

Primer tiempo: 

Cuando recién se estaban acomodando, Colón apretó el acelerador con Christian Bernardi, que lo cortaron justo cuando estaba por definir, pero la pelota se la llevó un Lucas Beltrán que disparó y demandó una gran atajada del arquero Luis Ojeda para impedir lo que era el primer grito del partido.

Sin embargo, la respuesta del Calamar fue prácticamente inmediata, porque a los 11, Brian Mansilla quedó solo por izquierda y sacó un sablazo que mandó tapó Leonardo Burián, para mantener el 0-0. De a poco el partido iba tomando ritmo.

Llegando a los 20', el trabajo de Aliendro se hacía notar cada vez, además de Farías, que bajaba para tomar contacto con la pelota. Es así como la abrió para la derecha, donde Meza mandó un centro y el propio Farías saltó parado como 9, pero su cabezazo se fue por encima del travesaño. Otra buena de Colón, que iba creciendo.

El dueño de casa aprovechaba las escaladas de Eric Meza para llevar peligro y fue así como en dos acciones volvió quedar a tiro del gol: una bola que no pudo llegar a conectar Farías y otra sin buen final para Bernardi.

Eso así, por este adelantamiento, los espacios iban a aparecer y Facundo Garcés salió lejos y cortó fuerte a Mauro Bogado, valiéndole la quinta amarilla, perdiéndose el próximo duelo ante Racing.

El Sabalero era claramente más, pero no era eficaz, a punto tal que a los 34', Lucas Beltrán dejó solo a Eric Meza que, entrando por derecha, sacó un fierrazo al medio que tapó bien, para variar, Luis Ojeda, la figura del partido, para evitar el 1-0.

Sobre el final, cuando estaba cantado 0-0 antes del descanso largo, Colón al fin pudo quebrar a Platense: la tejieron de izquierda a derecha, Aliendro lo vio llegar otra vez a Meza por derecha y esta vez no perdonó para dejar sin chances a Ojeda y establecer la ventaja

Una forma de ponerle justicia al primer tiempo por la superioridad que evidenció el elenco de Eduardo Domínguez

Segundo tiempo

Colón salió al complemento con la comodidad de estar arriba en el marcador y con uno de más, por la expulsión de Iribarren. Sin embargo, no hacía pie Platense le daba algunos dolores de cabeza con Tisseta y Mansilla, que demandó que Domínguez comience a mover el banco.

Fue así como entraron Facundo Mura y Nahuel Gallardo para renovar piernas. Estaba claro que el Calamar iba a dejar espacios atrás para ir a buscar la igualdad, algo que se quería aprovechar para liquidarlo, ya que el marcador estaba muy justo.

Extrañamente, el Rojinegro no era el mismo que el del primer tiempo en 18', a punto tal de ser complicado por Platense, que iba con el corazón y vergüenza deportiva. Infante apareció por izquierda y Burián tuvo que estirarse para evitar el empate.

Pero fue cuestión de nuevamente ir a fondo y a los 18', Christian Bernardi la mandó a guardar ante la salida de Ojeda luego del pase de Beltrán para colocar el 2-0.

Después, se dio una situación que generó polémica, cuando Faría ensayó una bicicleta y los jugadores visitantes se le fueron al humo por entender que era cargada. Esto deparó en un tumulto. Increíblemente, Pitana amonestó al pibe de Colón, pero a ningún rival que había increpado e insultado. Esto exasperó a Eduardo Domínguez, que se fue expulsado a instancias del cuarto árbitro

Sabiendo que el trámite estaba caldeado, Alexis Castro reemplazó a Farías para cuidarlo. Sobre todo, porque el partido ya estaba prácticamente sentenciado.

El resto de los minutos fueron para las estadísticas. A los 46', llegó el tercero de Aliendro, la gran figura del partido, para decretar la goleada de Colón 3-0, para seguir haciéndose fuerte en casa y estar entre los de punta.

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