Es ciega y no la dejan entrar a muchos lugares porque va con su perra guía

Magalí Rossi consiguió a su compañera, Mila, tras una ardua campaña. Ahora tiene problemas para entrar a locales privados e incluso edificios públicos, donde se desconoce la ley nacional que la avala. “No es una mascota”, aclara.



Magalí Rossi tiene 28 años, es ciega y es oriunda de Laguna Paiva. En octubre de 2020, tras una ardua campaña, consiguió una perra guía, que se convirtió en su compañera inseparable.

La llegada de "Mila" fue un gran alivio para ella y un aliciente para desempeñarse en su vida diaria. Pero buena parte de sus actividades son en Santa Fe y entonces, las cosas se le complican.

A pesar de que por una regulación nacional está habilitada a entrar con Mila, no se lo permiten en muchos lugares. Incluso se le hace difícil conseguir taxi: "yo perros no llevo", le dicen. "Ella puede entrar a bares, a tiendas, al shopping, a los consultorios médicos. No es una mascota. La gente se confunde".

"Hay un desconocimiento y hay que revertirlo, tanto en los establecimientos privados de uso público como en los públicos", remarca. Se refiere a la Ley Nacional N° 26.858, de Perros Guías y Asistencia.

"Ellos son perros de servicio para las personas. Tienen su entrenamiento y no van a hacer ningún tipo de destrozo ni nada que le sea perjudicial al lugar", agrega Magalí, y cuenta que muchas veces, aunque ella dé sus fundamentos, no la dejan acceder de todos modos. "La Municipalidad nos va a clausurar", suelen argumentarle, erróneamente.

Por ello, la joven pide ayuda para concientizar, e hizo de ello su objetivo. "No solamente por mí sino por todos los que vienen después", cierra.


Fuente SFA / LT10

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