Kiss en el Campo de Polo: final a toda orquesta del más grande espectáculo que dio el rock

Durante las dos horas que duró el show, la banda regaló 23 de sus grandes clásicos, fundamentalmente aquellos de los años `70, cuando el grupo alcanzó una impresionante fama; aunque también estuvieron en menor medida las composiciones de la época del glam metal, cuando la banda decidió quitarse el maquillaje.


A pura explosión, llamaradas de fuego, papel picado, los conocidos trucos escénicos y un irresistible rock fiestero, Kiss puso fin el sábado a la noche en la Argentina al espectáculo más grande que dio la historia del rock con su parada en el porteño Campo de Polo Argentino del "End of the Road World Tour", la gira con la que se retira definitivamente de los escenarios.

Cuando tras dos horas de show, las cuatro máscaras más icónicas del género entonaron el estribillo de "Rock and Roll All Nite", con sus figuras casi perdidas entre la gran lluvia de papel picado, estaban sin saberlo resumiendo la filosofía que guió durante 50 años a este emblema del shock rock.

Precisamente ese medio siglo de grandes himnos rockeros y golpes de efecto estuvieron presentes, a través del repertorio y de todos esos rituales escénicos Kiss sumó a lo largo de su recorrido y que le dieron su principal carácter.

En tal sentido, en las dos horas que duró el show, "El Demonio" Gene Simmons hizo su terrorífico número de escupir sangre en "God of Thunders" y su circense performance de lanzar fuego por la boca en "I Love It Loud"; y "El Chico Estrella" Paul Stanley voló sobre el público antes de "Love Gun" y rompió su guitarra al final.

Tampoco faltaron los disparos y explosiones lanzadas desde la guitarra del "Hombre del Espacio" Tommy Thayer, como en su momento lo hacía el original Ace Frehley en "Cold Gin"; ni la plataforma de la batería que se eleva en el solo de "El Gato" Eric Singer, una tradición también inaugurada por el histórico Peter Criss.

Pero más allá de las explosiones y estos esperados y celebrados momentos, la banda regaló 23 de sus grandes clásicos, fundamentalmente aquellos de los años `70, cuando el grupo alcanzó una impresionante fama; aunque también estuvieron en menor medida las composiciones de la época del glam metal, cuando la banda decidió quitarse el maquillaje.

En tal sentido, demostró una vez más que detrás de la gran parafernalia -o acaso sosteniéndola- hay una soberbia banda capaz de tocar hard rock sencillo pero contundente y fiestero; y dejó la certeza de que se extrañará su ausencia en la escena.

Tras la postergación de dos años por la pandemia de coronavirus, Kiss finalmente pudo retomar y traer a estas tierras su gira despedida, algo que convocó de manera particular al ya de por sí fiel público local.


Fuente SFA / Télam

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