Se pone en marcha el flujo de fondos que reanudarán las obras para las represas en Santa Cruz

 


Los bancos de China, a cargo del financiamiento, mueven el crédito para estas dos obras trabadas desde el gobierno de Mauricio Macri y el alineamiento de Gustavo Béliz con Estados Unidos. El rol de Marco Lavagna.

Las instituciones financieras de la república Popular China, a cargo de gran parte del esquema que permitirá concluir las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepercnic, están nuevamente alineadas en el desarrollo de las obras.

Para eso, fue clave el rol asignado por Sergio Massa a Marco Lavagna. El también titular del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), fue el encargado de liberar el financiamiento chino, tras el desplazamiento de Leandro Gorgal, el último funcionario vinculado Gustavo Beliz que aún permanecía en el gobierno.

No era ningún secreto que Béliz, entonces secretario de Asuntos Estratégicos y a cargo de algunas relaciones internacionales, fue la punta de lanza del lobby estadounidense para continuar el freno a las represas, que habían tenido su pico en el gobierno de Mauricio Macri.

En esos años, hasta estuvo preso por la causa de las fotocopias de los «Cuadernos» el titular de la Electroingeniería, el empresario Gerardo Ferreyra. La empresa de origen cordobés conforma una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que integran junto a la china Gezhouba e Hidrocuyo, también asociadas a la estatal Energía Argentina (Enarsa).

Con la firma de la adenda al contrato finalizaron las instancias burocráticas para que el reembolso financiero, por parte de los bancos de la República Popular China, se concrete en los próximos días y se reactive así el financiamiento de la obra en su conjunto.

De este modo «se finalizan los pasos necesarios para que el reembolso financiero por parte de los bancos de la República Popular China se concrete en los próximos días y se reactive así el financiamiento de la obra en su conjunto», comunicó Enarsa.

Las represas forman parte de un entramado hidroeléctrico en la provincia de Santa Cruz. Al finalizar las obras tendrá una potencia instalada de 1310 megavatios (MW) y se calcula que puede llegar a permitir un ahorro anual de unos 1500 millones de dólares en importaciones de combustibles líquidos, según se estima con los precios actuales. Su inauguración está prevista entre el primer trimestre de 2024 y mediados de 2027.

Entre 2014 y 2021, China invirtió un total de u$s 1350 millones sobre los u$s 4714 millones previstos. Como el contrato de financiamiento finalizó, no hubo mas giro de recursos y el Tesoro de Argentina se tuvo que hacer cargo de unos u$s 280 millones para continuar las obras. Ahora, se asegura que ese dinero será reembolsado.



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