Alberto quiere recuperar la centralidad y se pone por encima de las diferencias

 


A los actos de gestión cotidianos, el Presidente le sumó el llamado a la mesa política del Frente de Todos y una entrevista grabada, donde habló de Cristina, Massa y Wado, el Poder Judicial y la marcha de la economía.

Alberto Fernández grabó el fin de semana una entrevista que fue emitida este lunes en Urbana Play, donde la economía y el panorama electoral fueron abordados en días en que se calientan los motores de la interna, de cara a las definiciones que exige el año electoral.

El Presidente afirmó que en el Frente de Todos «nadie» le dijo que no se puede presentar a la reelección en los próximos comicios, remarcó que el candidato del oficialismo surgirá de una PASO y sostuvo que «no hay que temerle a la opinión de la gente».

Afirmó que tanto él como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner “quieren lo mismo”, aseguró que en el oficialismo “todos están juntos” a pesar de las diferencias y estimó que el ministro de Economía, Sergio Massa, “puede ser” candidato a presidente del oficialismo.

Sobre la relación con el ministro del Interior Eduardo Wado de Pedro, se desligó de la respuesta y le dijo a María O’Donnell, quien lo entrevistó: “preguntale a Wado de Pedro. Soy Presidente, con el Presidente hablo todos los días. Yo sé con quién puedo gobernar y con quién no. Gobierno con los que puedo gobernar. Yo sigo gobernando”, señaló con cierta ironía.

También se refirió al papel que desempeña el ministro de Economía Sergio Massa en el marco de la coalición de Gobierno: “Sergio ha sido muy valioso y cada vez que tuve conflictos internos estuvo al lado mío ayudándome, nunca tirándome piedras”.

Sobre una eventual postulación de Massa, Alberto dijo que “él puede ser un candidato, ¿por qué no? Yo no sé quién será candidato: puede ser él, puedo ser yo”, dijo. Explicó, en ese sentido, que la estrategia del Frente de Todos pasa por armar las condiciones necesarias para impedir que Juntos por el Cambio regrese al poder.

El Poder Judicial

Uno de los puntos centrales de la tensión política en la Argentina pasa por la actuación del Poder Judicial y su impacto en las decisiones de los otros poderes del Estado: el Ejecutivo y el Legislativo.

A tono con el clima de estas semanas, dónde gran parte del Frente de Todos señala el rol que está jugando la “Justicia”, el primer mandatario consideró que “el Poder Judicial es funcional a los intereses de Juntos por el Cambio» y afirmó que la condena que recibió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner “fue por una causa armada”.

Conocedor del paño como pocos, afirmó que la Corte Suprema “no puede tener operadores», y aseguró que “todo el mundo sabe” que para hablar con el presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, “hay que hablar con Silvio Robles”.

“La Corte Suprema afectó la ley de coparticipación federal con la cautelar que dictó en favor de la Ciudad de Buenos Aires. Nunca me referí a los chats que se filtraron al impulsar el juicio político. Nos referimos a los fallos, en los cuales hubo un exceso en sus capacidades republicanas. No pueden administrar la coparticipación y ordenar el Consejo de la Magistratura”, analizó Alberto.

Recordó que su Gobierno “sacó a todos los espías de los tribunales” y consideró que la filtración de los chats del ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro, se debe a “una interna” de la oposición de Juntos por el Cambio.

Pero, a la hora del detalle de cómo está la situación en el ámbito judicial, es necesario recordar que es el propio gobierno de Alberto que está en mora con el envío del pliego de quien tiene que cubrir la vacante dejada por Elena Highton de Nolasco en la Corte Suprema, que funciona con solo 4 miembros (dos de ellos nombrados por Mauricio Macri como Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz).

La última jueza mujer que integraba el tribunal se jubiló en noviembre de 2021 y los 15 meses transcurridos con la Corte incompleta, no demuestran un apuro institucionalista por parte de nadie.

Algo similar ocurre con el Procurador General Eduardo Casal, que reviste en calidad de interino desde que el gobierno de Macri hizo renunciar con modos poco republicanos a Alejandra Gils Carbó. El pliego del actual juez federal Daniel Rafecas, nominado por Alberto para ese cargo, se quedó a vivir a dormir en algún cajón del Senado. Esas cuestiones de las que no se habla demasiado, pero que son síntomas de una relación que entre Alberto y Cristina tuvo matices desde antes de la asunción.
La economía, elemento central

“La inflación es algo que está» y Alberto dijo que negarla «es una estupidez”. El Presidente aseguró que el Gobierno “está consciente de que es un problema” que debe resolverse. Los números de la Argentina en esa materia, indican el pico en las últimas tres décadas, en un contexto atravesado por la guerra entre Ucrania y Rusia, que disparó precios de commodities y puso en la línea inflacionaria a países de todo el mundo.

En esa línea Alberto dijo que “la inflación no se resuelve de un día para el otro» y que bajarla «requiere un gran esfuerzo”. Aseguró que el Gobierno “está decidido” a ejercer un control de precios y remarcó que “hay sectores que están ganando muchísimo dinero”

De todos modos, Alberto señaló que recibió “54 puntos anuales de inflación y 100.000 millones de dólares de deuda externa» por parte de la administración del expresidente Mauricio Macri, y afirmó que pese a la crisis y un dificultoso contexto internacional, su Gobierno creó “más de un millón y medio de puestos de trabajo».


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