Se supo qué decía la carta que escribió Máximo Thomsen pidiendo disculpas

Máximo Thomsen está viviendo un mal momento en la Alcaldía de Melchor Romero: alejado de los otros rugbiers, solo y confundido escribió una carta tras un violento episodio.



Tras ser condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, el grupo de los 8 rugbiers se quebró. La paz y el pacto de silencio que tenían se trizó en mil pedazos y ahora hay dos bandos: los 7 y Máximo que quedó solo.

Todos están muy enojados porque sienten que Máximo Thomsen los “hundió” y que fue el que más le pegó a Fernando y en el juicio el abogado Hugo Tomei nunc dividió las responsabilidades, sino que dejó que se los juzgara a todos por igual.

En medio de esto, tras una fuerte pelea que tuvieron los 7 rugbiers con Thomsen en el patio de la Alcaldía de Melchor Romero, que debieron ser separados por los guardiacárceles. Thomsen entró en furia, llegó al buzo -la celda- y pateó un inodoro.

Luego, el ex líder de la banda decidió pedir disculpas con una carta escrita de puño y letra.

Thomsen se mostró arrepentido, aseguró que encerrado siente “claustrofobia” y pidió que “lo disculpen” por su arrebato.


El presente de Máximo Thomsen en la cárcel: de líder a más odiado sin escalas

Las cosas cambiaron por completo para el grupo de los 8 rugbiers que asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en enero de 2018.

Los jóvenes fueron condenados y tres años más tarde ya el grupo no es el mismo. Están detenidos en la Alcaldía de Melchor Romero desde entonces, pese al mes que pasaron en Dolores durante el juicio. Allí las cosas cambiaron, sobre todo para Máximo Thomsen que pasó de líder a odiado.

El grupo lo enfrentó, se pelearon, hubo piñas y debieron separarlos. El grupo le cuestiona que fue él el que más pegó, que él los “hundió” a todos por su ira irracional que terminó esa noche con la vida que soñaban, con todo.

Luego la llegada del juicio y un mismo abogado para todo, sin estrategia en lo personal sino que en lo global, por acuerdo de Hugo Tomei -el letrado- con la familia Thomsen, para no dividir culpas y meterlos a todos en la misma bolsa.

Ahora, los 4 condenados a perpetua como Thomsen lo cuestionan, aseguran que ellos no fueron tan duros como él. Se lo reclamaron y hundieron a ex líder en una depresión.

Máximo Thomsen comenzó a mostrar quiebres emocionales que preocupan al personal del servicio penitenciario. En una nota, Máximo afirmó sentir “claustrofobia”, pidió disculpas por darle patadas a un inodoro en el buzón (la celda donde lo alojan) y pidió ver a un pastor y una Biblia.

Esto despertó las alarmas en el Servicio Penitenciario, donde el temor porque intente quitarse la vida llevó a tomar acciones precautorias. Entonces, Thomsen, está constantemente monitoreado y asistido por médicos y psiquiatras.



Fuente: A24

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