Investigan posible violencia en un geriátrico

La policía detuvo a la encargada, al abogado y a la administradora del establecimiento. Familiares de una interna aseguran que fue golpeada y atada a la cama, entre otras irregularidades.

Una residencia geriátrica de la zona céntrica de la ciudad de Santa Fe es blanco de una investigación, a raíz de la denuncia de familiares de una paciente que falleció días atrás. La mujer, que tenía 75 años, estuvo unos pocos días en esa institución. Su cuerpo presentaba una serie de lesiones compatibles con golpes y ataduras. “Los médicos aseguran que estos maltratos no provocaron la muerte de mi tía y yo lo entiendo, pero eso no quiere decir que no sea algo terrible lo que le hicieron”, aseguró el sobrino de la víctima, Néstor Martínez.


“Todo pasó en pocos días. Yo la tenía a cargo. Al principio Teresa vivía sola, pero en abril presentó un cuadro de deshidratación y terminó internada en una clínica privada. Cuando la estabilizaron me la llevé a vivir conmigo, pero ella no estaba bien y yo trabajo, por lo que no la podía cuidar adecuadamente. Entonces comencé a preguntar referencias y de ese geriátrico, ubicado en la cuadra de calle 4 de Enero al 1900, me pasaron las mejores. Ella estuvo de acuerdo. Estaba lúcida”, recordó Martínez.


“Luego de algunas entrevistas, la llevé a internar. Estuvo menos de una semana allí. Después, el médico que la atendía me dijo que era urgente hacerle un estudio y la trasladamos a un sanatorio. Ahí vimos que tenía moretones en la cabeza, el cuello y también marcas en muñecas y tobillos. Era evidente que la habían atado. Las marcas eran importantes. Su estado de salud era calamitoso y estaba muy dopada. Esto fue asentado por los doctores en la historia clínica”, aseguró.


Procedimiento


A raíz de la denuncia, la fiscal María Laura Martí ordenó un allanamiento en la institución para buscar la carpeta médica de Teresa. El juez Gustavo Urdiales dispuso que un médico policial acompañe entonces al personal de la PDI.


Llamó la atención de los investigadores que en la mayoría de las camas había sogas con lazos, en los sectores de brazos y piernas. Los responsables negaban que existiera documentación alguna sobre la mujer fallecida, por lo que el procedimiento se extendió. Finalmente, una agente policial irrumpió en una de las oficinas en las que estaban reunidos la administradora del lugar, el abogado y la encargada. Allí encontró la carpeta de la víctima, que estaba dentro de la de otra interna. Por esta actitud y otras, la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación ordenó que los tres sean aprehendidos.


Rápidamente, se consiguió que se designen nuevos empleados en el lugar. “Teníamos que asegurarnos de que se preserve la salud y el cuidado de los abuelitos que seguían internados en el lugar”, explicaron fuentes del caso.


Imputados


Este viernes se realizó la audiencia imputativa, en donde los tres detenidos fueron acusados formalmente de desobediencia a la autoridad y encubrimiento agravado. Además, a las mujeres se les atribuyó infracción a leyes de sanidad y privación ilegítima de la libertad.


Finalmente, durante el mismo acto, las partes acordaron medidas alternativas a la prisión preventiva para que los acusados permanezcan en libertad mientras el proceso sigue adelante, algo que fue aceptado por el magistrado.

Fuente: El Litoral