Manu viajó desde San Antonio, Estados Unidos, especialmente para el partido, que siguió desde la platea junto a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, el norteamericano Kobe Bryant.
Ginóbili lo vivió con entusiasmo y en el final se pudo ver toda su emoción.
El abrazo con Scola, de quien fue compañero en la selección que logró el título olímpico de 2004, fue una de esas postales destinadas a ganarse una postal en la historia del deporte argentino.
También fue emocionante el abrazo de Manu con el resto de los jugadores argentinos y con el entrenador Oveja Hernández.