Colón: perdió, decepcionó, se fue silbado y su crisis se agrava

Colón perdió más que un partido. Perdió la entereza y la dignidad de un equipo que juega a nada y no crea situaciones de gol. Colón es un desconcierto, un equipo sin alma, pero con un rumbo fijo de no mediar un cambio que lo saque del destino trágico que lo espera si sigue por éste camino.

Colón perdió una final. Colón perdió esa identidad que lo llevó a disputar hace nada, una final internacional. Muy lejos está éste equipo de representar a sus hinchas., esos que llegaron al Estadio aferrados a la ilusión que hoy comenzaba una nueva historia, pero no. Sus hinchas que protagonizaron una movida histórica en Paraguay hoy despidieron a éste puñado de jugadores con silbidos, porque están hartos de vivir de falsas promesas y de versos que no se plasman en la cancha.

El partido fue más de lo mismo, lo único que lo diferenció del anterior de los otros anteriores es que esta vez, enfrente estaba un directo competidor en la lucha por no descender, si... así como se lee y como suena. Del sueño de la gloria a la dura pesadilla de la realidad que lo tiene a Colón como único responsable.

Banfield fue vivo, lo esperó, le cedió el balón y es una de las pocas que tuvo, la mandó a guardar. Colón, no. Colón cero, en goles, en ideas y en identidad de juego.

Colón es una sombra. Lo malo y lo realmente preocupante es que la sombra se desvanece más y más conforme avanzan los partidos.

Falta mucho, dicen algunos. Puede ser. Faltan 15 partidos y tal vez la historia pueda modificarse, aunque lo que transmite el equipo es poco y cada vez, cada nuevo encuentro es un tormento que la gente tiene que padecer.

Fuente: RDF/SFA