Spencer Elden, el bebé que aparece en la icónica portada del disco Nevermind, de Nirvana, dice haber sufrido “daños de por vida”. Es lo que alega en su denuncia contra la banda por “explotación sexual infantil comercial”. Sin embargo, su demanda fue desestimada por un juez que dictaminó que el eventual delito habría prescrito.
“En consecuencia, la acción del demandante será desestimada sin permiso para enmendar”, reza la sentencia. Esta es la segunda vez que Elden denuncia a Nirvana. La primera tuvo lugar en enero de 2021, pero entonces el magistrado rechazó su petición por un error formal. Se dio entonces posibilidad de enmendar el error presentando una nueva demanda. Esta ha sido presentada, admitida y finalmente desestimada.
La portada de Nevermind es una de las más icónicas de la historia de la música, no solo por la repercusión que tuvo el álbum, del que se han vendido 30 millones de copias, sino por el potente mensaje que encierra la imagen. En ella se muestra a un bebé —Elden, que entonces tenía tres meses— buceando desnudo con los ojos fijos en un billete de dólar que está enganchado a un anzuelo.
La fotografía, según la banda, pretendía ser una alegoría sobre el capitalismo. Sin embargo, Elden, en su demanda presentada el 24 de agosto de 2021, desliza que su desnudez y la presencia de dinero hacen pensar que es “un trabajador sexual”.
El hipotético delito habría prescrito a los 10 años de lanzarse el álbum. En aquel momento Spencer Elden estaba recreando la portada para un reportaje para la revista Rolling Stone por el aniversario del disco. Volvió a emular la mítica fotografía en 2008 y en 2016 para distintas revistas y exposiciones, aunque siempre cubierto con un bañador. En su pecho desnudo se podía ver un enorme tatuaje con la palabra Nevermind.
Elden incluyó como demandados a Dave Grohl (actual líder de Foo Fighters) y Krist Novoselic, los dos miembros supervivientes de la banda. También señaló a la albacea de la herencia de Cobain, su viuda, la también cantante Courtney Love. Incluso a Chad Channing, que fue batería de Nirvana en sus primeros años y que abandonó la formación antes de que se editara Nevermind. Por último, incluyó en la denuncia al fotógrafo Kirk Weddle y a varias casas discográficas. Todas las partes involucradas han guardado silencio ante la decisión del juez. En su momento no hicieron caso a las demandas de atención de Elden. Tampoco ahora parecen prestar demasiada atención a las demandas judiciales.
FUENTE: PRENSA
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