Declara el forense de Fernando Báez Sosa: las claves que encontró en el cuerpo tras la golpiza de los rugbiers

El médico forense, Diego Duarte, es uno de los 10 testigos citados este lunes en la sexta jornada del proceso penal contra los 8 rugbiers. El detalle de "la marca de la zapatilla".


El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, víctima de una brutal golpiza a la salida de un boliche en Villa Gesell, entra en su segunda semana. Diego Duarte, el médico forense que realizó la autopsia al cuerpo del joven, será uno de los principales testigos que declararán este lunes en la sexta jornada del juicio.

También lo harán otros cuatro médicos, dos policías y funcionarios municipales y judiciales.

"Lo mataron los golpes en la cabeza", revela el informe de Diego Duarte.

Por su parte, el fiscal Juan Manuel Dávila anticipó que los peritos "declararán con detalles" sobre las pericias realizadas en los primeros del caso, y durante la instrucción.

Las claves que encontró en el cuerpo tras la golpiza de los rugbiers

El resultado de cada golpe y patada que recibió Báez Sosa, principalmente en la cabeza y el abdomen, fue registrado en el estudio realizado en la morgue del Hospital de Pinamar el mismo día del crimen, seis horas después del fallecimiento de la víctima.

Allí, se constataron lesiones internas y externas, un testimonio de la ferocidad del ataque que Fernando sufrió.

Duarte identificó un traumatismo severo de cráneo, un golpe muy fuerte en la cabeza que le provocó un sangrado interno y la muerte inmediata.

En términos del expediente, aseguró que Fernando “habría fallecido por paro cardíaco, producido por shock nefrogénico debido a traumatismo grave de cráneo”.

El golpe, de acuerdo al diagnóstico, causó una “hemorragia masiva intracraneana intra-parenquimatosa sin fractura ósea, hematomas y excoriación en cara lateral izquierda de cuello y mandíbula".

Además, la autopsia detectó que la víctima presentaba en su rostro "la impronta de una marca de zapatilla".

De acuerdo a la investigación preliminar -investigación con la que se llegó a la instancia de juicio- la huella que dejó la suela de una zapatilla en la cara de Báez Sosa coincide con el calzado que llevaba esa uno de los rugbiers. Hay otra marca, pero no pudieron identificar al dueño del calzado.

Un estudio scopométrico sobre las zapatillas que llevaban puestas los rugbiers imputados reveló que una de las patadas mortales que recibió la víctima en su rostro fue realizada por Máximo Thomsen.

El peritaje, considerado "clave" por los investigadores, determinó que una de las dos improntas detectadas en la cara de Fernando corresponde a una zapatilla "Cyclone" que pertenecía al rugbier.



Fuente / A24

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