El gobierno atravesó un día en llamas: la alta tensión cambiaria mantuvo en constante comunicación a Alberto Fernández y Sergio Massa.
La decisión más importante fue intervenir el mercado cambiario con dólares de las reservas, medida que estaba prohibida en el acuerdo con el FMI. De todas maneras, ante la situación de emergencia, el organismo autorizó la intervención. «Los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva», informó el FMI.
El gobierno nacional transitó una jornada en llamas de los mercados con el corolario de la suba intempestiva del dólar paralelo que al mediodía dio un salto y se vendía en la city porteña a 497 pesos. Lo que más alertó al ministerio de Economía y al Banco Central fue el salto de las cotización del dólar CCL (Contado con Liquidación), con el que operan las grandes corporaciones. En el último mes subió un 14,8% y por la altísima demanda no se descartan motivos políticos.
Pese a las internas constantes, los tres máximos accionistas del FdT, Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa acuerdan en que un salto devaluatorio del dólar oficial empujado por las otras cotizaciones desestabilizaría y sepultaría cualquier tipo de competitividad en las elecciones.
De esta manera, a través del Ministerio de Economía, el gobierno desplegó un arsenal de herramientas para evitar la disparada del dólar. La decisión fue apelar a al uso de reservas y a poner en marcha a la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que allanaron una compañía financiera, para dar una señal de disciplina al mercado.
Antes de que el dólar rozara los 500 pesos, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, se había anticipado en su cuenta de Twitter: «En los momentos difíciles hay que tener templanza, dijo nuestro Ministro de Economía. Además, unidad y solidaridad. Como JGM, apoyo absoluto a Sergio Massa, para enfrentar los desafíos del presente y los que vendrán».
En medio del salto de la moneda estadounidense, Alberto Fernández defendió la tarea de Massa en una conferencia de prensa en Casa Rosada que dio junto a su par de Rumania, Klaus Iohannis: “Estamos trabajando con el ministro Massa muy consustanciados para superar esta situación”, avisó. Y acusó a «la derecha argentina» de provocar la corrida y se hizo eco de las palabras del representante argentino ante el Fondo, Sergio Chodos, quien había denunciado que economistas de Juntos por el Cambio le pidieron al organismo que frene los desembolsos para la Argentina: «Primero instalan rumores a la mañana, luego operan durante todo el día y cuando termina la tarde, retiran su rentabilidad del mercado cambiario y lastiman el ahorro de las argentinas y argentinos».
Apenas minutos después, Massa publicó: “Vamos a usar todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa”, sostuvo. De esta manera, el gobierno respondió con unidad en medio de la suba.
Asimismo, Massa anunció que “paralelamente”, el Gobierno seguiría con “los acuerdos de multilaterales, exportadores con transformación de exportaciones a yuanes y el acuerdo de desembolso con el FMI para refortalecer las reservas que por el impacto de la sequía se vieron perjudicadas”.
El Fondo Monetario Internacional lo confirmó apenas minutos más tarde a través de información que divulgaron sus voceros. «El staff técnico continúa trabajando con las autoridades argentinas para fortalecer el programa económico acordado con el país en el contexto de la sequía muy severa. Los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva», dijeron.
La estrategia fue operar sobre los dólares financieros: consistió en la venta de títulos en pesos para así aumentar la oferta y bajar el precio. Luego, se avanzó en la recompra de esos títulos en dólares. Los movimientos de bonos impactaron en el precio de las cotizaciones bursátiles y ayudaron a descomprimir la suba del paralelo. De esta manera, el dólar MEP cerró con una merma del 0,3% y el CCL creció un 0,8%.
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