Guerra entre Rusia y Ucrania: el enviado del Papa para la paz inició su misión en Moscú

El cardenal Matteo Zuppi viajó a la capital rusa para "promover gestos de humanidad" tras haber estado en Kiev tres semanas atrás. Desde el Kremlin negaron que vayan a recibirlo.



El cardenal Matteo Zuppi viajó a la capital rusa para "promover gestos de humanidad" tras haber estado en Kiev tres semanas atrás. Desde el Kremlin negaron que vayan a recibirlo.

Zuppi, arzobispo de Bolonia, llegó en la noche del martes a Moscú para una visita de dos días con la que buscará generar acciones para "contribuir a la solución de la situación trágica en Ucrania", de acuerdo a un anuncio realizado desde el Vaticano.

Sin embargo, la agenda de Zuppi, que permanece en reserva, no incluirá encuentros en la Cancillería rusa, según dio a conocer el propio Ministerio de Exteriores de Moscú en una nota a última hora del martes.

Entre las actividades del purpurado, está previsto que presida este miércoles una misa en la catedral católica de la capital rusa, dedicada a la Inmaculada Concepción, sede de la arquidiócesis metropolitana.

La llegada de Zuppi a Moscú, junto a un oficial de la Secretaría de Estado vaticana, representa la primera visita a Moscú de un alto responsable de la Santa Sede desde el comienzo del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, y se enfocará en encuentros con líderes religiosos.

Las actividades del enviado del papa Francisco en Rusia

La expectativa está puesta en una posible reunión con el patriarca ortodoxo Cirilo (o Kiril), el líder más importante de esa rama del cristianismo predominante en Rusia y convertido en un aliado de Vladimir Putin en la agresión a Ucrania.

El encuentro arrastra un historial: el año pasado, a causa de la postura pro-bélica del Patriarca, Francisco canceló una reunión que tenía prevista con Cirilo en Jerusalén y lo llamó "monaguillo de Putin" por su defensa férrea de la postura de Moscú.

La misión vaticana de paz, de todos modos, encuentra fuertes resistencias en Ucrania, a partir de la negativa del presidente Volodimir Zelenski a sentarse en cualquier mesa de negociación que incluya a Rusia, tal como le expresó el mandatario al Papa durante un encuentro en el Vaticano en mayo.

Zelenski sólo abrió la posibilidad de que el Papa y la Santa Sede intercedan ante Rusia para la repatriación de miles de niños que Ucrania denuncia fueron llevados durante el conflicto, un tema que el pontífice consideró de importancia "humanitaria".

El pasado 5 de junio, Zuppi concluyó su visita de dos días a Kiev como enviado papal para el arreglo en Ucrania, en lo que el Vaticano consideró un viaje "corto pero lleno de acontecimientos".

Una mesa de diálogo suena a algo difícil. Hasta la fecha, Ucrania condicionó el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida la península de Crimea, que Rusia se anexó en 2014. Por su parte, el Kremlin mencionó que la solución política para frenar los combates es posible siempre y cuando se tengan en cuenta "la situación de facto y la nueva realidad territorial", sobre los terrenos que ocupó en su invasión.

La última ronda de conversaciones de paz ruso-ucranianas tuvo lugar a finales de marzo de 2022 en Turquía y, desde entonces, las partes no se volvieron a reunir.

Misión humanitaria del Vaticano en Ucrania

Mientras Zuppi está en Moscú, otro cardenal de confianza del Papa, el limosnero Konrad Krajewski, encabeza una misión humanitaria en Ucrania para llevar ayuda y consuelo a la población herida por la guerra y sus consecuencias.

La visita de Krajewski, en su sexto viaje enviado por el Papa, se centra esta vez en Jerson, donde en las últimas semanas fue destruida la presa hidroeléctrica de Kajovka, un suceso que ha causado enormes daños en la zona.



SFA



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