Gal Gadot protagoniza Agente Stone, la nueva película de acción de Netflix

La plataforma apuesta al cine de tiros, agente secretos, peleas y explosiones, esta vez con la estrella de Mujer maravilla en el rol principal, con un resultado esperable.




Con la llegada de Arnold Schwarzenegger como director de acción (un título ficticio) de Netflix, es esperable que la apuesta a este tipo de cine se expanda. La fórmula es sencilla: figura de la industria protagonizando una posible franquicia más una misión difícil de lograr (salvar el planeta, un niño, un país o evitar la extinción de la raza humana) y un buen presupuesto para filmar buenas escenas de acción, características del género. Y en lo posible, alrededor del mundo. Así llegaron varias propuestas en los últimos años y Agente Stone es una de ellas (y de las más caras).

En este caso, eligieron a Gal Gadot como estrella para liderar un equipo de agentes de inteligencia del gobierno británico o algo así. Un elenco más o menos atractivo: un galán como Jamie Dornan, que está bien pero medio duro para su rol y agregaron un poco de tecnología de vanguardia que le da herramientas necesarias para hacer cosas increíbles y no sufrir ni un rasguño en las acrobacias, peleas, etc. Y eso es todo. En ese terreno, la película funciona. Una fórmula básica donde algunas cosas son mejores que otras, pero nada está lo suficientemente bien aceitado.

Rachel Stone es una agente del MI6 cuya especialidad es la tecnología y a quien sus superiores, como Parker (Dornan), le dicen explícitamente que nunca salga de la camioneta mientras está en una misión ya que complicaría las funciones del resto. Aunque disfruta ser parte de ese equipo, rápidamente se hace evidente que Stone esconde cosas: es una agente secreto haciendo de agente secreto. Ella es parte de una organización global que no responde a ningún gobierno que busca hacer con un dispositivo llamado Heart. Esta tecnología de inteligencia artificial puede atravesar cualquier gobierno o sistema militar, algo que ya vimos en el cine en una de las mejores películas del año.

Hay algo extraño en cada secuencia (por ejemplo una bajada en paracaídas que te expulsa de la pantalla), diálogos bastante básicos, pero algunas escenas de acción funcionan muy bien. Gadot, en particular, aunque rígida, sigue siendo un imán en la pantalla. Sólida. Quizá es el mayor atractivo de la película, pero no sé si alcanza para franquicia.

El blockbuster dirigido por Tom Harper (Peaky Blinders) tomó alrededor de tres años en desarrollarse entre pandemia y agendas de las dos estrellas. Pero el dato, y eso quizá explique algunas cosas de la trama, es de los productores ejecutivos de Misión imposible: sentencia mortal. Además de Gadot y Dornan, el thriller cuenta con las actuaciones de Matthias Schweighöfer (Operación Valquiria), Sophie Okonedo (Hotel Rwanda), Paul Ready (Motherland) y Jing Lusi (Crazy Rich Asians) como otros agentes de élite.



SFA

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