Bergonzi tiene 44 años y fue avalada por la Iglesia por sus dotes sanadores. Convoca miles de fieles en cada encuentro.
Mientras Lionel Messi se encuentra a la espera del debut por las Eliminatorias Sudamericanas, su familia fue a visitar a Leda Bergonzi, una mujer conocida por sus dotes sanadores.
Debido a la enorme convocatoria, la reunión prevista en una parroquia de Pichincha debió mudarse a un predio de la Sociedad Rural. Además, allà se montó un operativo de seguridad especial por la presencia de la familia de Messi.
Escoltados por personal de seguridad, la mamá de Messi, su hermano MatÃas y el exdelantero de Central Federico Arias, tuvieron la chance de hablar con Leda Bergonzi como asà también de tener su bendición.
“Es la primera vez que los veo. Los trato igual que a todos. Tengo una mirada de Dios presente. No nos condiciona nada. Creo que Dios los ama a ellos como ama a todos”, precisó Bergonzi, en una charla con IP.
Quién es Leda Bergonzi, la mujer que convoca a cientos de fieles para sanarlos: dónde celebra sus misas de sanación
Leda Bergonzi convoca cada semana a cientos de fieles que acuden a ella buscando que los cure con sus manos. La rosarina de 44 años recibió los "carismas de la liberación y la sanación" de la Iglesia Católica hace casi una década, y se dedica a compartirlos en sus misas de sanación.
Leda encabeza el grupo de oración "Soplo de Dios viviente" que todos los martes la acompaña en la capilla del Sagrado Corazón, en el centro de Rosario. No es sacerdotisa, sino laica, pero la Iglesia reconoció sus dones de sanación y sus seguidores aseguran que estar frente a ella es "un antes y un después".
"Soy una mujer normal igual que todas, con el mismo anhelo, con los mismos problemas e historias. Una mamá, una esposa y con esta búsqueda de un objetivo que me impulsa", aseguró durante una entrevista con los medios rosarinos Radio 2 y Rosario 3.
Contó que empezó a sentir a Dios "de muy chica" gracias a la influencia de "una abuela con mucha fe". Definió los carismas como "algo sobrenatural, algo espiritual" que descubrió "hace 8 años, en una oración comunitaria" y desde entonces le "cambió la vida".
"Yo ya tenÃa mis hijos, mi casa, creÃa que estaba con Dios y que estaba todo bien. Pero ese dÃa pude empezar a ver en el otro la necesidad. HabÃa algo más. Iba caminando por la calle, me acuerdo asà puntualmente, veo una persona arriba un colectivo y sentà tristeza, fue algo raro. Y fui transitándolo", explicó a Rosario 3.
"Lo primero que quiero que la gente haga es entender que yo nunca voy a poder curarla y que Dios puede cambiarle la realidad a partir del momento que ellos puedan dejarse gobernar, guiar y dejarse acariciar. Inevitablemente, Dios tiene algo para decirles y me toca hacer ese medio", concluyó.
Fuente Rosario3
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