Arqueólogo reveló la verdadera razón detrás de la "maldición de los faraones"

La antigua maldición que, supuestamente, habría causado la muerte de quienes abrieron las tumbas de faraones egipcios sería en realidad un simple caso de acumulación de gérmenes.


Durante mucho tiempo se creyó que una maldición afectaba a cualquiera que perturbara los restos momificados de algun antiguo faraón egipcio, sin embargo, lejos de ser algo sobrenatural, la respuesta se centraría en la acumulación de gérmenes. Zahi Hawass, arqueólogo y ex ministro egipcio de Estado de Asuntos de Antigüedades brindó detalles.

Hawass explicó en una nota al diario británico The Sun que la maldición no existe y al mismo tiempo ofreció consejos a los arqueólogos modernos sobre cómo evitar un destino fatal.

En ese sentido insistió en que tenía que haber una razón científica detrás de las muertes prematuras: "Cuando tienes una momia dentro de una tumba, esta momia tiene gérmenes que no puedes ver", dijo y añadió: "Los arqueólogos en el pasado tenían prisa y entraban a las tumbas y eran atacados por gérmenes y morían".

¿Maldición o coincidencia?

Cabe recordar que la llamada "maldición de Tutankamón" tuvo varios casos de muertes dudodas luego de que lograran dar con la tumba y la abrieran. Lord Carnarvon, el patrocinador financiero de la búsqueda murió cinco meses después de abrir la tumba en 1923 a causa de la picadura de un mosquito.

Otras muertes incluyeron al financiero estadounidense George Jay Gould, que murió de neumonía después de ver la tumba en 1923, Sir Archibald Douglass Reid, murió después de tomar una radiografía de la momia en Londres y el arqueólogo estadounidense James Henry Breasted, murió en 1935 a causa de una infección después de su viaje final a Egipto en 1935, según un informe del Washington Post de 2022.

Por su parte el arqueólogo británico Howard Carter murió 17 años después del descubrimiento de la enfermedad de Hodgkin, aunque los medios de la época todavía alimentaban el frenesí de la maldición.

Cómo evitar caer en "la maldición"

Hawass contó que para evitar un destino fatal toma una serie de medidas. "Hace sólo dos semanas encontré un sarcófago sellado. La tapa del sarcófago pesaba unas seis toneladas. Dos obreros empezaron a abrirla para mí, a levantar la tapa, pude asomar la cabeza y ver qué hay dentro. Cuando la abrieron la dejé abierta media hora hasta que salía el aire malo y entraba el aire fresco y metí la cabeza y nada. Esa es la maldición de los faraones".

Cuando se le preguntó si la maldición se reducía a gérmenes antiguos, Hawass respondió: "Exactamente".

Hawass explicó que cuando se hizo el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, los derechos exclusivos fueron otorgados al London Times, dejando que otros reporteros dejaran que la especulación corriera desenfrenadamente: "Entonces el resto de los periodistas no podrán escribir nada", afirmó. "Pero cuando Lord Carnarvon murió cinco meses después del descubrimiento, crearon muchas historias sobre la maldición que no eran ciertas".



Fuente Rosario3

Publicar un comentario

0 Comentarios