Una investigación reveló la existencia de un grupo de chicos que hacen tareas de sicariato por dinero, y que son contratados por presos detenidos en al cárcel de Piñero.
La investigación por el crimen de Lorena Itatí Vega, una mujer de 42 años asesinada a balazos el pasado 12 de noviembre en su casa de Juan B. Justo al 8600, en la zona noroeste de Rosario, desnudó la existencia de un grupo de adolescentes y jóvenes que hacen de sicarios a cambio de dinero y a pedido de presos.
La fiscal Gisela Paolicelli dijo que "el ofrecimiento sale de internos de la cárcel de Piñero, ellos son los que encomiendan el trabajo, pasan la foto de la víctima, de las viviendas, les dicen donde tienen que buscar las armas y les dicen donde tienen que pasar a buscar el dinero e incluso les dicen que les pagan el abogado si los detienen".
"Ellos lo que hacen es cumplir con lo que les encargan, no están involucrados en la causa, sino en ir a cumplir el trabajo y cobrar" agregó la fiscal sobre esta banda.
Además, destacó que se trata de un fenómeno sostenido en el tiempo y "no hace más que recrudecerse", y que detrás de todo esto está el narcotráfico, pero que la importancia radica en investigar y dar con los llamados "peces gordos",
En el caso de esta mujer, se imputó a un joven de 20 años que tenía la orden de disparar a cualquier persona que se encontrara en la vivienda. Incluso se supo que iba a recibir 100 mil pesos si en la balacera no había víctimas fatales, y 200 mil si mataba a alguien.
Asimismo, la investigación reveló que fue acompañado por un adolescente de 14 años que dos días después también estuvo involucrado en el homicidio del subinspector Leoncio Bermúdez, donde hizo de “campana” afuera del hospital Provincial.
Fuente: SFA/LT10
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