Nada sorprende. Si se pierden los puestos de trabajo, si hay una caída estrepitosa de la economía, si no alcanza la poca plata que se tiene y la inflación sigue alta, lo que más preocupa es caer en la Pobreza a quienes pensaron que pertenecían a una clase pero en realidad nunca fue así, nada nuevo con políticas liberales en Argentina.
Mientras se disfrutan las decisiones de Milei en el país, la dinámica del pensamiento lleva a tener una realidad innegable para todos los que están excluidos de la fiesta de ganancias extraordinarias que tiene un sector minoritario para quien el Presidente dispone todas y cada una de las medidas de su gestión.
Ahora los argentinos tiene miedo de ser Pobres, y está bien que así sea, porque cada vez más será la cantidad de pobres que habrá en el país. Ni la inflación, ni la inseguridad ni la "Educación" como se vociferó en su momento son los temas que priorizan los argentinos, porque la actitud votante de los desclasados termina siendo solo un autocastigo que al parecer este país repite sin aprender las lecciones de vida que han sucedido en poco más de 4 décadas de Democracia ininterrumpida pero, que sigue estando en deuda con la gran mayoría.
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