La dirigencia se movía a contrarreloj para cerrar los últimos refuerzos en el cierre de libro de pases en la Primera Nacional. Si bien se podían sumar hasta cuatro jugadores, Colón solo ocupará dos: el delantero Genaro Rossi y el volante Oscar Garrido.
Noticias que tranquilizan a Iván Delfino, que consideraba que eran dos puestos claves a potenciar, pero también se quedó quizás con las ganas de traer alguno más. El Sabalero salió con poco dinero y apuntando alto, por lo que las primeras opciones quedaron de lado rápidamente.
La extensión de una semana más por parte de la AFA fue un alivio, porque no se había conseguido nada, hasta que en esta semana se aceleraron y concretaron las tratativas. Es así como apareció la chance de incorporar a alguien más por la grave lesión de Lautaro Laborié.
Por reglamento, al club se le abre una chance de reemplazo si se trata de un problema que lo deje fuera por varios meses. En este caso, se trata de una rotura de ligamentos de la rodilla, por lo que se perderá lo que resta de campeonato. Sin embargo, por lo que pudo saber Diez en Deportes, esto no será posible, ya que antes debían cumplirse varios requisitos, entre ellos, que firme planilla en el 25% de los partidos disputados y el volante no jugó ni tampoco fue convocado al no ser considerado por el técnico.
De esta manera, Delfino tendrá que conformarse con lo que tiene para afrontar lo que queda de la Primera Nacional.
Fuente SFA / LT10
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