Como primer punto, el Chagas no se relaciona solamente con países con la presencia de vinchucas, sino que existe en Asia, África y América del Norte: “El paradigma del Chagas vinculado al rancho a la vivienda precaria ha dejado de ser porque nos hemos encontrado que la vinchuca ha tenido la capacidad de adaptarse”, explicó Ricardo Hernández, exresponsable del Programa Nacional del Chagas en diálogo con C5N, en el marco del Día Nacional por una Argentina sin Chagas.
El Chagas es el interés de médicos, investigadores y personas que buscan informar para derribar ideas erróneas sobre el tema y, por sobre todo, buscan una solución. “Es invisibilizada, para resolverlo tiene que estar en agenda y debe haber políticas públicas basadas en decisión política”, subrayó en diálogo con C5N.
En esa línea, Mariana Sanmartino, investigadora de CONICET y coordinadora del grupo ¿De qué hablamos cuando hablamos de Chagas?", preponderó: "Visibilizar e interpelar a la mayor cantidad posible de personas que quieran escuchar sobre el tema".
Todo puede empezar por algo muy pequeño, como por ejemplo hacerse una análisis de sangre. "El 70% de las personas que tienen Chagas no desarrollan nunca la enfermedad, por eso hablamos de problemática de Chagas y no de enfermedad", explicó la especialista. Esto significa que el otro 30% puede desarrollar, en algún momento de su vida, incluso 20 o 30 años después de contraer el parásito, problemas cardíacos o digestivos.
En Argentina existe la Ley 26.281 de Prevención y Control de todas las formas de Transmisión de la Enfermedad de Chagas que se sancionó en el año 2007 y se reglamentó en el 2022, y que es fundamental para darle un marco de protección a las personas que se encuentran directa o indirectamente afectadas por el Chagas. Otra de las aristas de la problemática tiene que ver con lo difícil que es detectar el parásito, algo imposible sin una "búsqueda activa” mediante un análisis de sangre.
Pero más allá de la ley, lo más importante es ponerla en práctica. “La importancia de la presencia del Estado en esta problemática radica en que la idea de una Argentina sin Chagas es una idea que depende de las provincias, pero es fundamentalmente de la Nación, porque el vector no conoce de límites, por ello es necesaria la planificación y la mirada integradora con la totalidad del país”, definió Hernández.
El Programa Nacional de Chagas debe aportar medicamentos e insumos para las provincias para poder avanzar con la mirada nacional del control de la enfermedad. Hay dos medicamentos para su tratamiento, el benznidazol y el nifurtimox: el primero se produce en un laboratorio privado en Argentina y el Ministerio de Salud es su único cliente. Una vez adquirido se distribuye en las distintas provincias en base a los datos estadísticos de prevalencia de la enfermedad y de abordaje terapéutico que cada distrito está en condiciones de llevar adelante.
Fuente SFA / C5N
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