Mariano Ferrazini, directivo de Fisfe y la UIA, advirtió por la pérdida de empleos en el sector productivo y criticó la falta de condiciones para competir con industrias extranjeras.
El sector industrial de Santa Fe encendió las alarmas ante la apertura de importaciones promovida por el gobierno de Javier Milei. La decisión, sumada al endurecimiento de polÃticas comerciales en paÃses centrales como Estados Unidos y Europa, genera un escenario adverso para la producción local.
“Es muy difÃcil competir en las actuales condiciones”, afirmó Mariano Ferrazini, integrante de la comisión directiva de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) y de la Unión Industrial Argentina (UIA). En declaraciones con un medio rosarino, el referente remarcó que el paÃs está ingresando a una etapa de retracción productiva, con pérdida de puestos laborales.
Ferrazini aseguró que “se están perdiendo empleos” y que la situación se agrava por la ausencia de herramientas que equilibren las asimetrÃas frente a las economÃas más desarrolladas. “El escenario es extremadamente complejo. Estados Unidos impone aranceles. Europa también revisa su modelo. Argentina, en cambio, hace una apertura que atrasa”, planteó.
Desde Fisfe advierten que el problema no es la apertura en sÃ, sino la falta de condiciones para competir. “Tenemos un sistema tributario que aplica impuestos sobre impuestos, distorsivos y en cascada, una situación fiscal complicada, problemas logÃsticos y un sector financiero débil. Mientras otros paÃses tienen un peso financiero sobre el PBI de más del 100%, nosotros tenemos apenas un 8%. Nos falta músculo”, explicó Ferrazini.
El impacto ya se siente en Santa Fe. Según los informes elaborados por Fisfe y UIA, durante 2023 hubo suspensiones prolongadas en las principales plantas industriales de la región. “Hoy esa situación persiste y todavÃa no hay un horizonte claro”, advirtió.
La apertura de importaciones, sin medidas de resguardo, pone en jaque a las industrias locales y compromete el empleo. “Con polÃticas de este tipo, y con expectativas de que no haya cambios, el panorama para los trabajadores es cada vez más preocupante. El año pasado la producción cayó un 9% y el empleo industrial más del 2%. La perspectiva no es buena”, sentenció Ferrazini.
Fuente: LA CAPITAL
0 Comentarios