30 de mayo Dia Mundial de la esclerosis mĂșltiple

Este 30 de mayo se conmemora el DĂ­a Mundial de esta enfermedad. Las tardanzas suman un fuerte componente de angustia y desgaste emocional.


En pleno marco del DĂ­a Mundial de la Esclerosis MĂșltiple, que se conmemora el 30 de mayo, desde EMA (Esclerosis MĂșltiple Argentina) advierten sobre las demoras que se observan en el acceso al diagnĂłstico, a estudios y al tratamiento de esta enfermedad.

El escenario de la Esclerosis MĂșltiple (EM) ha cambiado radicalmente en los Ășltimos 15 años. La disponibilidad de nuevas terapias, el enfoque interdisciplinario en rehabilitaciĂłn y la especializaciĂłn creciente de los equipos de salud han transformado las perspectivas para los pacientes. Hoy, una persona con EM puede aspirar a una buena calidad de vida, siempre y cuando el diagnĂłstico y el tratamiento se den de forma oportuna y continua.

La Esclerosis MĂșltiple (EM) es una enfermedad neurolĂłgica, crĂłnica, que afecta al sistema nervioso central. Se produce por un daño a la mielina, la capa protectora que protege las fibras nerviosas del sistema nervioso central que incluye al cerebro, la mĂ©dula espinal y los nervios Ăłpticos.

Hasta hoy se desconocen sus causas, sin embargo, se reconoce la existencia de factores genéticos, que generan una predisposición a padecer la enfermedad. Parece claro que sobre esta predisposición genética uno o mås factores ambientales podrían influir en el desarrollo de la EM.

Aunque no modifica esencialmente la expectativa de vida de las personas que la padecen, constituye una de las afecciones neurolĂłgicas mĂĄs discapacitantes en el adulto joven. Los sĂ­ntomas que pueden incluir son fatiga, alteraciones visuales, problemas motores, sensitivos y cognitivos, entre otros, sĂ­ntomas que pueden afectar significativamente la calidad de vida del paciente, interfiriendo con un grave impacto en el ĂĄmbito familiar, social y econĂłmico-laboral.

Se manifiesta mayormente entre los 18 y 35 años y con una prevalencia de 3 a 1 en las mujeres. Afortunadamente, la enfermedad cuenta con opciones de tratamiento, en su mayoría farmacológicas. Estas terapias, aunque muy efectivas en muchos casos, suelen ser costosas y requieren una administración continua en el tiempo.

En ese contexto, EMA, realizĂł recientemente una encuesta a profesionales de 12 centros de salud de distintas zonas de Argentina para conocer el acceso efectivo al diagnĂłstico, tratamiento y rehabilitaciĂłn de personas con EM. Dicho relevamiento incluyĂł 5 centros de la Ciudad AutĂłnoma de Buenos Aires, 4 de la Provincia de Buenos Aires, 2 de Rosario (Santa Fe) y 1 de Resistencia (Chaco). Los resultados reflejan los contrastes entre los avances cientĂ­ficos y los obstĂĄculos del sistema de salud.

Uno de los hallazgos mås relevantes es la demora en la obtención de turnos con neurología y en la realización de estudios diagnósticos como resonancias magnéticas. La mayoría de los centros reportó esperas de hasta un mes, pero en varios casos estas demoras se extienden a tres meses o mås.

"Sabemos que el diagnóstico temprano y el acceso precoz al tratamiento son claves para mejorar el pronóstico. Cada mes que se pierde puede significar una oportunidad menos de evitar el avance de la enfermedad", afirmó la Dra. Adriana Carrå , neuróloga especializada en enfermedades desmielinizantes y Directora Médica de EMA.

El sistema de salud argentino, con su compleja estructura y procesos administrativos, puede presentar barreras adicionales para el acceso oportuno a la atenciĂłn que requieren las personas con EM. Profesionales encuestados señalan que muchas veces los mĂ©dicos de guardia no estĂĄn capacitados para identificar cuadros de esclerosis mĂșltiple y que las obras sociales y prestadores tienden a fijarse en el costo de los medicamentos sin comprender la verdadera dimensiĂłn de la enfermedad.

"Los profesionales de la salud y especialmente muchos de los neurĂłlogos que trabajan especĂ­ficamente con enfermedades desmielinizantes, hacen un gran esfuerzo para poder brindar turnos de manera mĂĄs ĂĄgil y conseguir turnos para estudios y otras especialidades. TambiĂ©n, muchas veces, son los neurĂłlogos junto con la asociaciĂłn de pacientes los que pelean por el acceso a los tratamientos farmacolĂłgicos", afirmĂł la Dra. Susana Liwacki, MĂ©dica NeurĂłloga especialista en enfermedades desmielinizantes, a cargo del Área y Consultorio Desmielinizantes del Hospital CĂłrdoba y de la Unidad de Esclerosis MĂșltiple y Enfermedades Autoinmunes de ClĂ­nica Universitaria Reina Fabiola.

"La EM es una enfermedad poco frecuente, y esto hace que muchas veces sea malinterpretada o subestimada en los distintos niveles de atención, lo que hace que necesitemos mås capacitación", sostuvo el Dr. Ricardo Alonso , responsable del grupo de trabajo de enfermedades desmielinizantes del Hospital Ramos Mejía y miembro del equipo médico de EMA.

La rehabilitación es parte del tratamiento de la EM, y su acceso temprano y sostenido es fundamental. Sin embargo, a nivel nacional hay pocos centros de rehabilitación municipales y los que hay estån colapsados. Aquellas personas que no tienen cobertura médica tienen que esperar al menos 3 meses para acceder a alguna terapia de rehabilitación', informó desde EMA.

La carga no es solo fĂ­sica. Las demoras, las gestiones ante las obras sociales y prepagas y la necesidad de trĂĄmites constantes suman un fuerte componente de angustia y desgaste emocional. "Estamos hablando de personas jĂłvenes, en edad laboral activa, muchas veces con hijos, que terminan atrapadas en la burocracia del sistema. Cada demora no solo pone en riesgo su salud, tambiĂ©n les roba tiempo, energĂ­a y bienestar emocional a ellas y sus familias", señalĂł por su parte la Dra. Alejandra MartĂ­nez , jefa del servicio de Esclerosis MĂșltiple del Hospital Posadas y parte del equipo del Hospital BritĂĄnico.

La efectividad de los tratamientos para la EM depende de su continuidad: interrupciones prolongadas pueden obligar a reiniciar esquemas terapĂ©uticos o, peor aĂșn, exponen al paciente a nuevos brotes o progresiĂłn de la enfermedad. La adherencia no es solo farmacolĂłgica: incluye la rehabilitaciĂłn y el acompañamiento profesional constante
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SFA

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