El primer semestre marcó un récord de prendas de vestir importadas. Entre enero y junio, Argentina importó u$s290,3 millones un 19% más, comparado al mismo semestre de 2017. Por volumen de compras, se superaron los 13,7 millones de kilos, un 26,38% más que el año anterior.
Para dimensionar la gravedad de la cuestión que afecta seriamente al sector, comparado con el primer semestre del 2015, en dólares los montos importados superan el 100% y en kilos la suba es del 152%. Según datos de la Cámara Argentina de la Indumentaria: "El nivel de las importaciones resultó mayor a los registrados en los últimos 17 años". En el primer semestre del 2001, se importó casi la mitad en dólares y un 40% menos en kilos de ropa.
Las importaciones en el sector textil siguen en alza. En el primer trimestre habían crecido un 12,6% y ahora aceleraron la suba.
El dato registrado entre enero y junio es el más alto de los últimos 17 años, superando los récords de los primeros semestres de 2017 y 2011, cuando las importaciones argentinas de moda se situaron en u$s243,9 y u$s223,2 millones, respectivamente.
En valores, las importaciones argentinas de moda marcaron su máximo semestral en enero, cuando alcanzaron u$s61,18 millones en su balanza comercial. Por el contrario, junio fue el mes con la cifra más baja, cuando las compras en el extranjero fueron de u$s28 millones.
China sigue siendo el principal proveedor para Argentina tanto por valor como por volumen. En el primer semestre, las importaciones al gigante asiático crecieron un 60,8%, hasta u$s175,5 millones. En peso, la cifra fue de 9,6 millones de kilos, un 70% más. Vietnam, Perú y Bangladesh se posicionan como los otros tres mercados principales para las importaciones argentinas de moda, copando el 5%, el 4% y el 3% del total importado en los primeros seis meses, respectivamente.
Los productos que más se importaron en el primer semestre de 2018 fueron abrigos (29,29%), seguidos por pantalones (14,74%), sweaters (14,70%). En el primer semestre de 2017, abrigos también encabezó el top (27,39%), seguido de pantalones (17,40%) y sweaters (15,79%).
El informe Semáforo que presentó la Cámara en Agosto, explica que "las pymes de la indumentaria están muy preocupadas por las altas tasas de interés están ahogando a la ropa argentina. La financiación en cuenta corriente trepó al 46,7% anual. De este modo se complica la cadena de pagos y se suma otro factor que resta competitividad al sector".
Agregan que: "respecto al resto de los costos, en julio se registraron nuevos aumentos de 48,2% sobre julio de 2017 en el valor de la nafta, principal determinante de los costos logísticos. Y la energía eléctrica se encareció 67,5% en la Ciudad de Buenos Aires entre junio 2018 e igual mes de 2017".
Ante la caída del consumo de ropa y el aumento de las importaciones, cayó la producción y repercutió en la pérdida de puestos de trabajo asalariados. Entre el cuarto trimestre de 2017 y mismo período de 2016 se perdieron 3.761 puestos, cifra que equivale a una reducción de 8,1% en el personal del sector.
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