Conflicto entre China y EEUU marcó la primera jornada del G20 y dificulta el consenso final


La Cumbre de Líderes todavía no había arrancado cuando se produjo el primer cortocircuito. La reunión entre Mauricio Macri y Donald Trump terminó sin declaraciones a la prensa, y el estadounidense se fue tras 45 minutos en la Casa Rosada sin emitir palabra. Pero fue su vocera, Sarah Huckabee Sanders, quien avivó el fuego al afirmar que ambos países acordaron "enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china". Desde allí, no cesó la polémica.

Mientras la Ciudad vibraba con un sismo de 3.8 en la escala de Ritcher, el canciller Jorge Faurie buscó bajar el tono a la controversia, sugiriendo que "el adjetivo depredador corre por cuenta de su comunicado".


La primera jornada del cónclave de líderes osciló entre los mensajes oficiales de tranquilidad que los funcionarios argentinos intentaban llevar a la prensa, en los que aseguraban un avance en el documento oficial y un consenso de todos los países en términos comerciales, y el comportamiento de las delegaciones internacionales que daba cuenta precisamente de lo contrario. Tal es así, que los ministros de China, visiblemente molestos, cancelaron a último momento dos conferencias de prensa claves, no sin antes dar una dura advertencia a Trump sobre el cambio climático.

Junto a Francia y la ONU, los chinos ratificaron el Acuerdo de París y recordaron que "hubo un consenso global al respecto". "No vamos a cambiar nuestras decisiones y vamos a seguir trabajando en este sentido. Sabemos que no es fácil este camino, pero tomamos esta decisión y no vamos a cambiar”, dijeron en lo que fue sin duda un mensaje para Washington.

El desplante de la delegación china puso en duda la posibilidad de que se llegue a un documento de consenso final. Entrada la tarde del viernes, el lenguaje coloquial de los funcionarios argentinos que se acercaron al Centro de Medios ubicado en Parque Norte intentaba ser cuidadoso en tomar posiciones y aseguraba que en Costa Salguero había "un mensaje muy positivo de cómo el comercio es un motor del crecimiento" y que esa idea era "compartida por todos los líderes". Sin embargo, fueron claros en que aún hay "temas sensibles" en todos los países y que las negociaciones continuarán "hasta el último momento".

Los humores calmaron, al menos en apariencia, por la noche. La gala en el teatro Colón obligó a las delegaciones a ponerse sus mejores ropas y también sirvió como un cese al fuego, que durará hasta este sábado por la mañana, cuando a las 10 los líderes ingresen nuevamente a Costa Salguera para la segunda sesión plenaria.