El Gobierno necesita aprobación del FMI y liberación de fondos para llegar a las elecciones


Luego de la primera jornada de trabajo de la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) que llevan adelante la tercera revisión del acuerdo stand by negociado en junio del año pasado, los funcionarios económicos locales son optimistas y esperan nuevos desembolsos del organismo de crédito que permitan atravesar 2019 sin riesgo de default.

Si la misión encabezada por el italiano Roberto Cardarelli finalmente aprobara las cuentas nacionales, se liberaría el desembolso de 11 mil millones de dólares previsto para el mes de marzo. La nueva revisión está pautada para mayo, con cuya aprobación se aprobaría otro desembolso por casi 18 mil millones de dólares más. Estos casi 30 mil millones completarían el acuerdo ampliado de 57 mil millones firmado por el gobierno de Mauricio Macri, con el que espera superar las elecciones sin peligro de default.

Gracias al apoyo a la gestión económica oficialista, que fue elogiado reiteradamente por la titular del organismo de crédito internacional, el dinero podría ser entregado incluso si no se llegar al compromiso de “déficit cero”, con lo que se abriría una nueva instancia de negociación de un waiver en el último trimestre del año, pero ya con la totalidad de los fondos entregados.

La misión del FMI además presentó a quien será el nuevo “embajador” del organismo internacional en Argentina, el jamaiquino Trevor Alleyne. La misión encabezada por Cardarelli ya se reunió con el secretario de Política Económica Miguel Braun y el vicepresidente del Banco Central de la República Argentina Gustavo Cañonero para trazar un plan de acción para los ocho días hábiles que durará la revisión de las cuentas públicas.

Desde el Gobierno nacional consideran que los compromisos generales asumidos con el FMI están sobrecumplidos en lo que hace al déficit fiscal o sin mayores alteraciones respecto del plan en lo que hace al programa monetario. Las distorsiones a debatir se ubican en las previsiones sobre la evolución del PBI (con un pronóstico del Fondo mucho más pesimista), la problemática inflacionaria y algunas diferencias en torno a la recaudación impositiva, pero estos serán temas que se abordarían sobre todo en la segunda revisión de cuentas del año.