Incluso en plena recesión, la inflación fue de 3,4% en abril y en el año cerrará arriba del 40%

No afloja: el IPC interanual volvió a trepar y ahora quedó rozando el 56%


Los precios volvieron a dispararse en abril. Aunque el salto fue menor al esperado en la previa, fue de 3,4% y la expectativa es que el año vuelva a cerrar por encima del 40%, tal como ocurrió durante el 2018. Algo de ruido estadístico y mucho de efecto recesivo, explicaron la sorpresa frente a un número menor al imaginado en abril. Hubo desaceleración contra el 4,7% de marzo. Pero, incluso en un escenario de consumo desplomándose, el IPC interanual llegó a 55,8%.

El director de LCG, Guido Lorenzo, le dijo a BAE Negocios: "La política monetaria vía recesión empieza a tener efecto sobre los precios. El dato dio mejor de lo esperado, aunque todavía preocupa la inflación núcleo en 3,8%, que es un número superior al promedio de 3,5% que dio ese indicador durante 2018".

También el presidente del BCRA, Guido Sandleris, puso el eje en el factor recesivo durante una conferencia de prensa brindada ayer (ver página 7): "Las fuerzas económicas que reducen la inflación se han puesto en marcha pero sigue siendo muy alta. Por eso, para derrotarla, nos mantendremos firmes con nuestra política monetaria".

De esa forma aseguró que seguirá promoviendo la súper tasa. Junto con los constantes recortes del gasto fiscal, herramienta que desde el BCRA consideran fundamental para que se cumpla la meta de emisión 0%, ambos ajustes son protagonistas del programa económico del Gobierno. Si a eso se le suma el efecto de la caída del salario y las jubilaciones, en torno al 11% para ambos durante el último año, el resultado es recesivo.

El economista Mariano Kestelboim afirmó: "Casi todos esperábamos una inflación más alta en abril. Por un lado hay una mala metodología que la subestima. La canasta está hecha en base a una encuesta de gastos del 2004-2005. Con los cambios de precios relativos que hubo, esa estructura se modificó mucho y el Indec lo subestima. Por otro lado, el número menor al esperado por todos se explica por la recesión. El IPC mide productos que la gente no está pudiendo consumir".

Si bien el dato del IPC de abril generó alguna suspicacia, en general las lecturas fueron de aceptación. Las críticas acerca de la metodología siguen vigentes, sobre todo por el gap temporal que generó el apagón estadístico de diciembre del 2015 y abril del 2016, en el que hubo tarifazo y no se publicaron datos sobre las ponderaciones de los servicios públicos en la canasta.

Otros economistas aseguran que el Indec subestima, por dificultades no intencionales, las variaciones de precios del agua y las expensas, lo que hace que se subestime el número final. Pero en general el dato de abril fue recibido como verosímil. El economista de Eco Go, Juan Paolicchi, dio otra probable explicación para las sorpresas que generó: "Creo que hubo una cuestión de períodos de relevamiento de precios. Quizá los privados computamos en abril aumentos que el Indec computó en marzo. Por eso todos esperábamos un número más bajo en marzo y más alto en abril".

Con todo, desde el Grupo SBS afirmaron que la inflación del 2019 será de 42%. Ese número altísimo ocurrirá en un año de plena recisión en el que, según el propio SBS la actividad caería 2%. Estanflación. Según LCG el IPC terminará "algo por encima del 40%", con un PBI cayendo 1,7%. Para ACM será inflación en torno a 40% y actividad con un negativo de 2%. Números complicados para un año electoral.

Acerca de mayo, otra vez hay coincidencias: los precios habrían mostrado, en los primeros 15 días del mes, una dinámica muy similar y la inflación sería cercana a 3,5%, si hay estabilidad cambiaria.