Lo que queda claro es que el Ciclón no tiene plata y por eso no puede cumplir con los compromisos asumidos, entre ellos con el Tate, que ya no tiene paciencia y reclama lo que es justo. Por si fuera poco, el club de Boedo ya vendió el 70% que tenía de Mauro Pittón, pero no cumplió con el arancel. En consecuencia, el reclamo se veía venir.
Entonces el movimiento era tentar a Unión con prestar a cambio de la deuda a varios jugadores –ninguno de los importantes, claro está–, pero la respuesta desestimando la oferta fue rápida y concreta. Además, fue con un aviso que solo aceptará dinero.
Una situación que va emparentada también con Rosario Central, que tampoco terminó de abonar la compra de Diego Zabala, Damián Martínez y Emanuel Britez. Dinero que Unión necesita como el agua y que, por diferentes motivos, no le pueden cumplir. Habrá que ver cómo sigue este asunto, que no pinta para resolverse "por las buenas".
Fuente: RU
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